Navacerrada, La Pinilla y el Grado del Pico incorporan sensores antiheladas

El manto blanco ya es protagonista en diferentes puntos de la vertiente segoviana de la sierra, como sucede en Navacerrada, un escenario que dio la bienvenida a noviembre envuelto de nieve y ventiscas. Con el aumento de las temperaturas en los últimos días, los copos de las cumbres se derritieron. Sin embargo, el mercurio en mínimos y las precipitaciones permitieron su regreso, con varios centímetros de espesor, este martes.

La jornada invernal en pleno otoño ha llevado a instalar estaciones meteorológicas de contol en tres puntos conflictivos de la provincia para obtener datos de temperatura del asfalto, temperatura ambiente, humedad relativa, presión atmosférica, punto de rocío o velocidad del viento para advertir de las heladas. Asimismo, ocho silos estarán monitorizados para vigilar los niveles de fundentes.

Segovia afrontará los meses de más frío con veinte máquinas quitanieves y 14 almacenes, así como con 56 profesionales de carreteras, 90 agentes medioambientales y celadores y más de doscientos voluntarios de Protección Civil. La Junta de Castilla y León asegura que el invierno pasado registró el consumo de fundentes más bajo respecto a las últimas 25 campañas, debido a la climatología «más suave».

La primera nevada de consideración -y la más intensa- se produjo del 17 al 19 de enero, momento en que se registraron 14 grados bajo cero en El Espinar. En total, se contabilizaron solamente 33 días de nieve, que afectaron fundamentalmente a la sierra. Esto permitió que hubiese pocas incidencias, aunque se tuvieron que suspender un total de 13 rutas de transporte de 124 escolares durante tres jronadas.