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Pablo Herranz vuelve a marcar sobre la bocina, pero esto no es Puente Genil, el gesto no es de alegría, sino de lamento. Porque llega ... tarde y porque quien recoge el balón de las mallas, Pau Guitart, ya había hecho de sobra sus deberes mientras su marea amarilla lo celebra. El Nava no pudo sobreponerse a las circunstancias: sin laterales zurdos, con Adrián Nolasco retirado en camilla y la roja a un especialista defensivo como Nicolás Bonanno cuando mejor estaban las cosas. Victoria de mérito del Villa de Aranda en el derbi de los modestos regionales que asienta sus cimientos de permanencia, el aparente techo de los segovianos tras un triunfo en cinco partidos de 2025.
BM Nava
Luis de Vega, Buda, Borja Méndez (1), Alfredo Otero, Dani Pérez (5), Lautaro Robledo (3), Mario Nevado (3), Pancho Ahumada (3), Gonzalo Carró, Sasha Tiumentsev (5), Adrián Nolasco (1), Gedeón Guardiola, Óscar Marguán, Nicolás Bonanno (3) y Pablo Herranz (3).
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Villa de Aranda
Santiago Mosquera (1), Pinillos, Rubén Fernández, Pol Roy, Pau Guitart (3), Dalmau Huix (3), Samu Saiz (4), Víctor Megías (2), Jevgenijs Rogonovs (4), Maksym Viunik, Fischer, Arthur Pereira, Víctor Enebral (3), Juan Tamayo (3), David López (4) y Álex Berbel (1).
Parciales: 3-2, 5-5, 7-8, 8-10, 11-13, 12-14 (descanso), 15-16, 17-16, 21-19, 21-21, 23-25 y 27-28.
Árbitros: Bustamante López y Álvarez Mata. Señalaron tres exclusiones a los locales, dos a los visitantes y expulsaron con roja directa a Bonanno.
Otros datos: Guereros Naveros. Lleno.
El Nava hizo algo inédito como convocar a tres porteros. No había más ante la ausencia de Isaías Guardiola, lesionado en Puente Genil. Luis de Vega recogería de su portería el primer gol, obra de Rogonovs, el preludio de un primer acto dominado por los pivotes. En la ofensiva segoviana, Pablo Herranz generaba las ventajas, facilitando las incursiones del demonio Sasha, una pareja muy complementaria. Así llegaban los goles en un duelo salpicado con pérdidas. El ejemplo lo puso el portero, ex de los arandinos, que encontró a Dani Pérez con un pase largo antes de fallar en otro envío ya inaccesible.
Nolasco protagonizó el despertar de las primeras líneas con precioso tiro de cadera que se coló entre las piernas de Guitart. El Nava olió una primera ventaja que no pudo llevarse a la boca por el penalti errado por Dani Pérez y por una falta en ataque posterior. La defensa en estático funcionaba, pero había más problemas en el repliegue ante un rival que generaba contragoles con facilidad y que empezaba a encontrarse en estático. Así convertía Dalmau Huix el primer +2 (7-9).
Y el partido de los pivotes desembocó en el partido de los porteros. Fueron unos minutos de intercambio de intervenciones de mucho mérito: Luis de Vega le sacaba con la pierna derecha un tiro cómodo a Pereira en seis metros –después le pararía también un penalti– y Guitart negaba una incursión marca de la casa de Nevado, manteniendo fuerte el brazo izquierdo arriba. Los goles había que currárselos, como el amago en giro de David López para trazar su ruta hacia el área rival. O el vuelo de Pancho Ahumada desde el extremo que peinó el escaso pelo del guardameta antes de disculparse, más por cortesía que por infracción. Los atajos de las transiciones eran bienvenidas, por eso De Vega se daba prisa para aprovechar que había uno menos en defensa y que Nicolás Bonanno, atacante por accidente, sumara un gol.
En ese discurrir anárquico, estaba mejor el Villa de Aranda, que resolvía ataques atascados, como el tiro de Huix al palo corto con aviso de pasivo o el 'fly' de Mosquera a David López. El Nava trazaba los ataques, pero no los definía, una suerte concretada en Sasha. Guitart también dictaba, parando otro penalti, esta vez a Méndez. Los visitantes mantenían la ventaja al intermedio (12-14) en un ambiente de preocupación, no por el resultado sino porque Nolasco había necesitado de la camilla tras un brusco choque rodilla con rodilla con Mosquera, que salió a su encuentro más allá de los nueve metros, le pilló en una mala posición y su dolor impregnó a la grada.
La segunda parte empezó como recomendaba el médico para los naveros: parada de Buda y penalti convertido por Pancho. Pero llegaron dos exclusiones y la defensa se vio con uno menos tratando de evitar el -3. Ahí llegó un robo de Gedeón Guardiola que marcó un punto de inflexión, pues desembocó en la contra de Robledo, que anotó ante el contacto de Dalmau Huix, excluido pese a que defendía su inocencia. A la siguiente, Bonanno, usado ante la carestía de medios como navaja suiza en ataque, empataba el partido. Como en sus mejores tardes, la defensa estaba inflando la confianza local, esos minutos en los que Gedeón es sencillamente inabordable. Así que Pérez devolvía la ventaja a los suyos (17-16) tras un ataque rápido. El tiempo muerto visitante no cortó el frenesí, con Buda parando, recogiendo el balón y asistiendo la carrera de Robledo, la guinda a un 4-0 de parcial.
Era un momento de partido, pero hubo un giro inesperado con la roja a Bonanno al entender los árbitros que impactaba con los dos brazos arriba sobre David López, una jugada fronteriza porque el atacante estaba en una posición desequilibrada, pero con los pies en el suelo. Otra baja más. ¿Hasta cuándo podría aguantar el Nava? Buda paraba y hasta corría hacia atrás para salvar un gol sobre la línea, pero Guitart también, ayudado por una defensa más fresca. Los segovianos estaban al límite, un soplido más y el castillo de naipes se vendría abajo. Y la remontada llegaría en una exclusión a Herrraz por manos en la cara que el Villa de Aranda resolvió con un parcial de 3-1. Un gol de su portero ante la vacía meta segoviana volteaba el encuentro, la misma fórmula que empleó tras no sonar el silbato por un agarrón a Herranz: 23-25 y último tiempo de Senovilla.
Con su equipo contra las cuerdas, Buda salvó un penalti clave a Enebral, pero Guitart también negaría a Pérez el tiro escorado con el que buscaba el empate. Márquez pidió entonces un tiempo muerto que desembocó en unos pasos de Pinillos y, esta vez sí, el gol del extremo pucelano que nivelaba la contienda. Las dudas las disipó un valiente contragol de David López. Y el punto de no retorno llegaría en el siguiente lance, con el Nava vaciando su portería para un tiro de Nevado al palo que Guitart castigaría embocando otro rechace. El duelo de los porteros se lo llevó el que dominó las dos porterías.
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