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Luisfe Jiménez trata de filtrar un balón a Guardiola en el partido contra el Bidasoa de este domingo. Antonio Tanarro
Balonmano

El Nava conquista el vagón delantero

Los naveros repiten este domingo triunfo ante Bidasoa, al que superan en la tabla tras dar su mejor nivel con un decisivo Borja Méndez

Domingo, 3 de noviembre 2024, 17:46

Borja Méndez pone la rúbrica a su cátedra de balonmano con su duodécimo gol ante un Bidasoa ya vencido, con su portería vacía y el público cantando como nunca. Lo que en marzo fue para el Nava una hazaña –la primera victoria en Asobal ... ante el vigente subcampeón– este domingo se ha convertido en una reivindicación. No fue casual, el premio a un encuentro sólido en todas las líneas que los locales han dominado casi de pleno y han tenido el empaque para resolverlo cuando el coco ajustó y tomó brevemente el mando. No solo es ganar a un grande, sino dejarle atrás en la tabla superado ya el primer cuarto de competición, al que los segovianos llegan por méritos propios en el vagón delantero, entre los tres primeros, con otros clubes de peso como Logroño o Ademar por detrás.

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Es difícil encontrar una parte más solvente de balonmano del Nava Viveros Herol que su primera mitad ante Bidasoa de Irún. Lo que empezó como un intercambio de goles –los tres primeros ataques visitantes terminaron en lanzamientos desde siete metros– desembocó en el primer acelerón local, cimentado por su defensa, sólida en el 6-0 y ladrona cuando se terciaba, y un Luis de Vega que superó por momentos el 40% de paradas.

Balonmano Nava

Luis de Vega, Yeray Lamariano, Borja Méndez (12), Isaías Guardiola (7), Dani Pérez (6), Lautaro Robledo (1), Mario Nevado (1), Gonzalo Carró, Sasha Tiumentsev (2), Adrián Nolasco (1), Gedeón Guardiola, Óscar Marguán (3), Nicolás Bonanno (1), Luisfe (1) y Pablo Herranz (2)

37

-

33

Bidasoa Irún

Marko Jevtic (2), Tao Gey-Emparan (3), Eneko Furundarena, Esteban Salinas (4), Rodrigo Salinas (4), Julen Mujica (4), Theodoros Boskos (1), Unai Barreto (2), Matheus Da Silva, Gorka Nieto (8), Dariel García (2), Asier Nieto (3), Jakub Skrzyniarz y Leo Maciel

Se juntaron un par de transiciones tras pérdidas de Bidasoa y la persistencia de Isaías Guardiola, que embocaba el rechace a su lanzamiento anterior y forzaba el primer tiempo de Álex Mozas, el último verdugo copero de los segovianos con el Torrelavega (7-4).

Mejoró el Bidasoa en defensa, pero las prisas –un lanzamiento precipitado a puerta vacía que cubrió bien Luis de Vega– se hacían notar. El portero leonés provocaba que el público coreara su nombre mientras sus compañeros se alternaban en ataque para mantener ese pequeño colchón. Dos penaltis de Dani Pérez, que puso a bailar a Leo Maciel, acompañados de goles de guarnición de Nolasco o Luisfe. El Nava rentabilizaba casi cualquier faceta, desde las contras a la jugada de pizarra de Álvaro Senovilla tras el tiempo muerto, definida por un Isaías Guardiola que mantuvo el estadio de gracia de Huesca como referente ofensivo: siete goles, cinco de ellos en la primera parte. Y la defensa, con su hermano Gedeón tirándose al suelo para cazar balones sueltos.

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Reacción visitante

Pero las diferencias las marcó Méndez, encontrando casi en cada ataque las costuras ante un rival de postín. El problema para la defensa es que cuando el gallego resuelve en uno contra uno y empieza a sumar goles desde cualquier lado, los ajustes son imposibles, pues es un central con esa capacidad para ver la línea al pivote por el rabillo del ojo –Pablo Herranz, que lo caza todo, se marchó al intermedio con dos goles– y ver la ventaja a dos pases vista. Cuando a eso se suman los momentos –dos pérdidas de Bidasoa castigadas a toda velocidad por Óscar Marugán y una doble parada de Luis de Vega–, el parcial cae solo. El Bidasoa llegó con el gancho al descanso (21-17). El Nava mandaba con un cuarto de los goles firmados por dos chavales del pueblo.

La reacción irundarra era inevitable, pero no fue inmediata. Los visitantes redujeron sus errores, pero el Nava mantenía su velocidad con un golazo de cadera de Isaías o la capacidad de Méndez para exprimir momentos: asistencia de perro viejo, falta en ataque de Bidasoa y lanzamiento en carrera por el carril central. Pero un grande tiene siempre el comodín del talento hasta cuando no tiene su mejor día. Si Rodrigo Salinas, su mejor anotador, un tipo al que el técnico navero, Álvaro Senovilla califica como «estrella de la liga», mantuvo el tipo en la primera parte con cuatro goles, fue Gorka Nieto el que enjugó el déficit, orquestando un sinfín de cruces para abrir huecos en la muralla navera por el carril central.

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Suyo fue el penalti que nivelaba la contienda a 26 en el estreno bajo palos de Yeray Lamariano. El tiempo muerto local interrumpió un parcial de 3-0, pero no pudo evitar otro idéntico, rubricado por Esteban Salinas, el pivote indetectable que ponía por delante a los suyos (28-29) por primera vez desde el 2-3.

Los irundarras voltearon la contienda gracias a la dirección de Gorka Nieto, pero los locales tuvieron aún un último parcial

Así que Senovilla agotó las pausas con diez minutos por jugar. Era una situación compleja porque la defensa de Bidasoa había crecido, pero la estrategia del Nava suele guardar el turbo de intensidad para el final, agotando a los rivales, como en la primera parte. Ayudó Mozas, que entró en un caluroso intercambio con los colegiados que se tradujo en exclusiones y dejó a su equipo atacando con cuatro. Los minutos más dubitativos de los locales pasaron sin daños irreparables y la contienda se decidió en un último bofetón considerable que aunó, de nuevo, todas sus virtudes.

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Fue Méndez, quién si no, el que devolvió la delantera a los suyos (31-30) tras resolver con su lanzamiento un ataque en estático. El 'break', a imagen y semejanza del tenis, lo forzó Yeray con una parada a Esteban Salinas en seis metros, de las que duelen, pues la contra terminaba en el primer gol de Mario Nevado: que sus compañeros mantuvieran este domingo el tipo sin su casi ordinaria aportación habla muy bien de su músculo colectivo.

Los dos tantos de ventaja se conviertieron en tres tras una defensa rocosa de Gedeón sobre Boskos –se quejó sin comprensión de un golpe– y otro gol de Méndez, aprovechando como ejecutor la presencia de otro central como Sasha sobre la pista. Cuando Mozas pidió tiempo muerto, Nolasco abrazó al gallego. A falta de cuatro minutos, la victoria estaba a tiro. Y no peligró, pues los segovianos esquivaron la desesperada defensa irundarra y la cátedra de Méndez sumaría los dos últimos goles, no vaya a ser que el puesto a final de liga entre Nava y Bidasoa se decida por el average.

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