Nava de la Asunción despide las fiestas del reencuentro

El concierto estrella de las fiestas, con el Nuevo Mester de Juglaría, tuvo que retrasar más de una hora su inicio la noche del sábado. La lluvia dejó al grupo interpretar parte de su repertorio, pero los pocos cientos de espectadores presentes en la plaza de toros se quedaron sin escuchar la mayor parte de sus temas más conocidos, pues finalmente tuvo que suspenderse. Algo similar ocurrió días atrás con el grupo Mayalde. Otra de las actuaciones del programa, la del grupo La Banda, se trasladó al interior del antiguo polideportivo.

Las últimas horas de las fiestas en Nava de la Asunción también han contado con la alegría extra que provocaron los triunfos del Balonmano Nava, tanto en Asobal como en Primera Nacional. Pero sin duda, si algo ha destacado en el fin de fiesta navero, ha sido el regreso de la música de las charangas. La contratación a última hora de varias agrupaciones por parte de la comisión de peñas devolvió parte del bullicio a las calles naveras. Así, los más pequeños pudieron disfrutar de los pasacalles con los cabezudos y tanto las horas del vermú como el fin de fiesta de la tarde del domingo congregaron a cientos de personas. El importante desembolso económico al que ha tenido que hacer frente la comisión de peñas ha hecho que la Funcionera haya decidido solicitar por escrito una ayuda al Ayuntamiento de la localidad.

«No nos lo esperábamos, creíamos que no iba a haber nada así que tan contentos», comentaba una joven navera que no se ha vestido este año de peña, pero que como a otros muchos vecinos, no le ha impedido disfrutar de cada momento. Tanto ella como muchos otros naveros reconocen que han sido las fiestas del reencuentro, ya que han sido muchas las familias y grupos de amigos que han vuelto a verse tras meses distanciados por la pandemia.

Otro de los temas más comentados ha sido la cada vez más notable ausencia de bares en la localidad. A los que han cerrado durante esta crisis sanitaria se han unido otros que han decidido cerrar durante los festejos, dejando un pueblo en fiestas con muy pocas opciones hosteleras y el colapso durante algunos momentos del fin de semana. La prohibición de aumentar los horarios como era habitual durante La Función también ha contribuido a concentrar todo el ambiente en un solo local, el único con licencia para cerrar más tarde.

Pese a disfrutar de pequeñas píldoras durante estos días, todos los naveros confían en que dentro de doce meses puedan disfrutar, tres años después, de sus fiestas de siempre.