Nava de la Asunción: La aldea que logró convertirse en villa

Después de ser conquistada a los musulmanes, la zona donde se encuentra Nava de la Asunción se repuebla bajo el reinado de Alfonso VI y surgen, bajo este impulso demográfico, todas las aldeas cercanas. Coca será la cabecera encargada de la organización jurídica, administrativa y militar del territorio circundante de la que surgió a finales el siglo XI la Comunidad de Coca. En el siglo XIII estaba formada por 17 poblaciones con Coca como capital del Concejo, depositario del poder real, y quedando las aldeas supeditadas a su autoridad. No se conoce el fuero real otorgado. La mayor parte de la tierra pertenecía a este Concejo.

A finales del siglo XVI ya se denominaba La Nava de Coca y posteriormente, en 1773, el rey Carlos III concedió el título de villa a Nava, agregando a su nombre el de 'La Asunción', virgen patrona de la población. Los ríos Voltoya y Eresma atraviesan el término municipal, que está incluido en la Denominación de Origen Vinos de Rueda. Dentro de su territorio se sitúa el despoblado medieval de El Lomo.

Dentro del patrimonio artístico que atesora, el edificio más destacable es su iglesia parroquial, dedicada a Nuestra Señora de la Asunción, en plena Plaza Mayor. De estilo barroco, se construyó en el siglo XVIII sobre un antiguo templo románico, época de la que aún se conservan algunos elementos, como la torre, a la que se le añadió el campanario, y parte de la puerta de acceso, característica clásica del románico.

La iglesia tiene planta de cruz latina, formada por tres naves, de las cuales la central es más ancha y más alta. También cuenta con un coro en alto a los pies del templo y un gran cimborrio en el crucero, que se cubre por una falsa cúpula sobre pechinas y tambor de ventanas. Éste, al igual que el resto de las cubiertas, está elaborado con estuco y escayola.

También dentro del casco urbano se encuentra la ermita del Santísimo Cristo de la Expiración.

En una plaza de la villa veremos la estatua de Fray Sebastián de Arévalo natural de este lugar, que llegó a ser obispo de Mondoñedo y del Burgo de Osma en el siglo XVII y que a su vez mandó edificar la fuente herreriana conocida 'Caño del Obispo', junto a ella veremos la Casa del Caño del siglo XVIII que ostenta escudo armado.