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La naturaleza como sustento: resina, porcino y regadío
MUNICIPALISMO 2024 ·
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MUNICIPALISMO 2024 ·
Aguilafuente esgrime legado como el segundo pueblo con más masa forestal de Segovia y diversifica su economía en los últimos añosAguilafuente, el segundo pueblo de la provincia con más extensión forestal –solo detrás de El Espinar–, reivindica un pasado poderoso, pues el peso económico de la madera convirtió al núcleo en uno de los más ricos de Segovia. La historia cuenta, pero el debilitamiento del sector en las últimas décadas –aún condiciona la economía local– ha obligado a diversificar un tejido productivo que se ha hecho versátil, con la naturaleza como sustento.
Un lugar consolidado como gran productor de madera –su masa de chopo era muy cotizada– y resina. «En los años 40 o 50, cotizaba. Se pagaba, valía un dinero muy importante», repasa su alcalde, Luis Mariano García. El municipio contaba con tres fábricas que obtenían la materia prima y otra que transformaba la resina. Un ciclo completo de transformación sin salir del pueblo que daba empleo a un tercio de sus habitantes y servía de sustento municipal. El resto de la población se repartía entre la agricultura –en torno a la mitad de los empleos– y la ganadería, que el regidor cifra en torno al 15%. Explotaciones de cebada y trigo.
La reconversión industrial trajo un periodo de decadencia a finales del siglo XX y la competencia de las grandes empresas ahogó esos negocios familiares madereros. En pocos años se marcharon las fábricas de resina, madera y una importante harinera. No hubo continuidad familiar y nunca más se abrieron. «Ese es un delito muy grande», lamenta García. Hubo un lustro de apagón resinero, pero el tejido local se recuperó en los 90.
La Junta lleva la gestión del monte y el Ayuntamiento, el propietario, regula el aprovechamiento a partir de la nueva hornada de profesionales. «Hay resineros jóvenes de tradición familiar y otros nuevos». El Ayuntamiento tiene alquilados todos los lotes de pinos: 3.000 hectáreas de superficie que trabajan una quincena de autónomos que extraen al año unos 300.000 kilos de resina.
El grueso de la población activa trabaja para la Administración –muchos en Segovia– con un peso más reducido de ganaderos y agricultores. El 'boom del cerdo' transformó la ganadería: de explotaciones familiares a naves de cierto tamaño, sin llegar a las dimensiones de otras instalaciones porcinas. Queda un pastor con unas 1.000 cabezas de vacuno, una pequeña empresa que se dedica a la cría de cabras para la producción de leche y dos naves de pollos. Hay una explotación arrendada de regadío de unas 300 hectáreas para la fresa o el puerro y una sede de la patronal agraria Asaja.
Un pueblo que esgrime cultura, desde su aula arqueológica, derivada de la villa romana de Santa Lucía, unas excavaciones que llevan en marcha casi una década. «Poco a poco queremos potenciar su importancia turística porque merece la pena». Pero su gran legado es el Sinondal de Aguilafuente: el pueblo representa desde hace dos décadas el sínodo de 1472 en la iglesia de Santa María, unas actas que sirvieron a Juan Parix para imprimir el primer libro de España. Ahí es nada.
La economía
Explotaciones ganaderas. El pueblo tiene porcino y granjas de vacuno, pollos o cabras de leche.
La cultura. Los restos arqueológicos o el Sinodal ponen al municipio en el mapa.
www.aguilafuente.es
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