La Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo se ampara en el informe en el que da fe del incremento de las incapacidades temporales y de la tendencia alcista que prosigue en los primeros cuatro meses del presente curso para concluir «la necesidad de reflexionar ... sobre la oportunidad de introducir elementos de racionalización en la gestión de la prestación» de cara a mejorar la competitividad de las empresas y «evitar gastos innecesarios para la Seguridad Social».
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El estudio subraya el «déficit» que arrastra el sistema público desde 2011, una pérdida que trata de enjugar el Gobierno central a partir de las recomendaciones del Pacto de Toledo aprobadas en 2020. Son esas indicaciones las que esgrime el sector mutualista, que se ofrece para colaborar con la Administración General del Estado en la «mejora de la eficacia y la eficiencia de la Seguridad Social y en minimizar los costes para las empresas». En especial, AMAT recaba el ofrecimiento para aligerar la carga asistencial de los servicios traumatológicos
En esta línea, el informe llama a hacer una mejor gestión de las contingencias comunes debido a «su mala evolución principalmente en los últimos años». Una de las propuestas que hace la asociación es que se reconozca a estas entidades la posibilidad de prestar asistencia sanitaria y de emitir altas médicas en las incapacidades temporales por contingencia común, «al menos en las patologías traumatológicas y osteoarticulares», del mismo modo que históricamente vienen haciéndolo en accidentes de trabajo.
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