La Tronadera, ayer, en la Plaza Mayor de Cuéllar. Mónica Rico
Fiestas de Cuéllar

Música de principio a fin

Cientos de vecinos de Cuéllar disfrutan de la Tronadera, a la que pusieron banda sonora las orquestas y charangas de las peñas

Mónica Rico

Cuéllar

Viernes, 2 de septiembre 2022, 11:08

Dentro de la amplia variedad de actividades que forman la programación de las fiestas de Cuéllar, además de los festejos taurinos, tiene un papel destacado la música, que llena las calles de la villa prácticamente durante todo el día. Fundamentales son las dulzainas y tamboriles, ... a los que se suman charangas, dj's, discomovidas, orquestas y conciertos, protagonistas indiscutibles de gran parte de la diversión de estos días.

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Las dulzainas, tamboriles y charangas se encargan de animar las fiestas desde la mañana hasta la noche en todo momento, desde las dianas y pasacalles a primera hora de la mañana, hasta los festejos de plaza, como probadillas o corridas de toros, sin olvidarse del baile de la Rueda o la hora del vermú.

En la mayoría de esos momentos, la música llega a los vecinos gracias a los grupos que acompañan a las peñas durante las fiestas, y que ayer protagonizaron uno de los actos finales de las mismas: la tronadera, con el último baile de la Rueda, que partió de la plaza de Los coches por la calle Parras hasta la Plaza Mayor. Estuvo amenizada por los grupos de la peñas El Embudo, El Pañuelo y La Plaga y la panda El Soto.

Minutos después de las 13:00 horas, charangas y grupos de dulzainas y tamboriles, junto con decenas de miembros de las peñas y acompañados de otros tantos vecinos, partieron desde la plaza de Los Coches al ritmo de las jotas. Bailando en línea realizaron el trayecto por la calle Parras, concluyendo su recorrido en la plaza Mayor, donde cientos de personas también disfrutaron del espectáculo, la mayoría de ellos a la sombra, debido a la alta temperatura de esos momentos en la localidad.

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Una vez allí, los participantes fueron invitados por el Ayuntamiento, tal y como manda la tradición, a degustar los típicos bollos de Cuéllar y una rica limonada, si bien, lo más demandado fueron las botellas de agua, muy reclamadas entre los bailarines debido al calor.

El 'A por ellos'

Seguidamente, las bandas subieron al escenario para interpretar diversas piezas, donde no faltaron de nuevo las jotas, entre ellas el popular 'A por ellos'. Cientos de personas llenaron la plaza para bailar y corear los ritmos propuestos por los músicos. La jornada continuó con la celebración de un animado último chateo popular, que, como novedad, estuvo amenizado por las peñas y pandas oficiales. El Embudo, además, se encargó de amenizar el pasacalles de acompañamiento a la corregidora, sus damas y las madrinas de las peñas oficiales, ya por la tarde, cuando también participaron en animar la corrida de toros. Ya por la noche, los cuellaranos disfrutaron del desfile de pandas y peñas en la plaza de toros, donde, tras la entrega de obsequios y los agradecimientos finales se danzó el último 'A por ellos' de unas fiestas que concluyeron con la música de la orquesta La Huella.

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Si hay una canción que ha sonado decenas de veces y en todos los actos oficiales ha sido el 'A por ellos', una jota popular convertida en un himno de las fiestas, que se escucha en actos previos a las fiestas, como la presentación oficial de la corregidora, su ronda o el concierto de la Banda Municipal de Música unos días antes de las fiestas.

La historia de estas populares seguidillas nos lleva a principio de los años 20 del siglo pasado, cuando se impuso el organillo y llegó la decadencia de la dulzaina, motivo por el cual, el entonces director de la Banda Municipal de Música, Cecilio de Benito, pensó que terminaría por desaparecer. Su entusiasmo por las fiestas y los encierros le llevó a pensar que también desaparecería el 'A por ellos', tema popular que se cantaba durante esos días, por lo que comenzó a trabajar en la pieza. El autor compuso las dos primeras partes de las seguidillas que hoy se conocen e incorporó a ellas el estribillo. Además llevó al pentagrama, instrumentó y armonizó el estribillo. Entre los años 1921 y 1923, en uno de los conciertos de la Banda Municipal, el concierto se concluyó el 'A por ellos'. El estreno fue «apoteósico», recordaba uno de los hijos del compositor. Hubo que repetirlo varias veces, como ocurre hoy en día en el concierto que cada domingo anterior a las fiestas protagoniza la Banda Municipal de Música. Desde entonces, la popular jota cuellarana se ha convertido en un himno de las fiestas del municipio.

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