Secciones
Servicios
Destacamos
«No es solo poner un wáter o una cocina, esto tiene muchísimo más trabajo». Al delegado de Patrimonio de la Diócesis de Segovia se le está haciendo ya algo larga la obra en el Palacio Episcopal. Pero por otra parte, el trastorno es imprescindible ... y necesario porque la causa lo merece. El Museo de Orfebrería Religiosa va a ser único. Con esa etiqueta, el Obispado puso en marcha este proyecto, que cuenta con la ejecución de la Fundación Edades del Hombre. La comunión entre ambas partes está a punto de alumbrar un nuevo atractivo cultural para los segovianos y los turistas que recalan en la ciudad.
Los representantes eclesiásticos están confiados en que este invierno el museo estará abierto. Quizás tarde algo más el espacio hostelero que está previsto habilitar en su interior. Los trabajos para acondicionar los espacios «progresan adecuadamente», confirma Barbado; lo mismo que avanza la instalación de las piezas que conforman por el momento el inventario junto a otras que han tenido que pasar antes por los talleres de restauración. La futura exposición permanente va a ser solo una pequeña (y representativa) muestra del formidable y abundante patrimonio que guardan y custodian las parroquias de la provincia segoviana. La colección contará con alrededor de un centenar de objetos que forman parte de la liturgia eucarística, anticipa Miguel Ángel Barbado.
Durante los últimos meses, el Obispado ha enviado cartas a los párrocos para pedir su colaboración a la hora de ceder piezas al futuro museo. Sin embargo, ha habido pueblos que no han accedido y han rehusado a dejar ese patrimonio para su exhibición. Son los casos, por ejemplo, de Roda de Eresma, Los Huertos, Bercial o Cobos de Segovia, cuyos vecinos o alcaldes se han manifestado en contra de prestar piezas.
El delegado de Patrimonio da fe de estas dificultades y admite que «hay quienes tienen más reticencias». Sin embargo, hace hincapié en que las obras que se cedan «van a poder ser recuperadas por los pueblos cuando lo deseen». Pone como ejemplo la celebración de la tradicional procesión con motivo de la fiesta patronal del lugar. Si los feligreses de la parroquia de turno quieren sacar una imagen cedida al museo, no habrá impedimento, reitera Barbado. Los términos de la cesión están regulados mediante un convenio que firman ambas partes.
El proyecto encierra además un «valor catequético». El representante de la Diócesis de Segovia especifica que las obras que compongan la exposición están seleccionadas según «un guion» que guiará al visitante por la liturgia de la eucaristía. Además, cada objeto tendrá una cartela que indicará su procedencia, lo que puede ser un buen reclamo para los municipios implicados en el proyecto. Por lo tanto, «no se trata de un mero almacén o de hacer ostentación», sino que la iniciativa museística «desea hacer catequesis» a través de un recurso cultural, incide Miguel Ángel Barbado.
El delegado diocesano de Patrimonio también destaca que las joyas que compongan la exposición no estarán descuidadas. Se han adoptado medidas de seguridad para salvaguardar y proteger la colección de posibles robos. «Se ha colocado un sistema de cámaras de videovigilancia», entre otros dispositivos. Asimismo, defiende el proyecto como una eficaz manera de dar cobijo a ese rico patrimonio litúrgico que hay repartido por las parroquias de la provincia y albergarlo en un mismo lugar para evitar la amenaza de los ladrones que han padecido las iglesias del medio rural. Miguel Ángel Barbado pone el ejemplo de Cuenca. La Catedral de la ciudad manchega tiene «un búnker» para proteger las piezas que habitualmente no se usan en las eucaristías. «Pues aquí la seguridad va a ser mayor», hace hincapié.
El Palacio Episcopal recuperará también su esplendor después de la retahíla de iniciativas que no han prosperado. La última fue el complejo hostelero y museístico promovido por la sociedad Museo Doña Juana, del matrimonio formado por Eleuterio Laguna y Juanita Lomillos y su sobrino Javier Ayuso. Esta ambiciosa propuesta abrió sus puertas a finales de 2013 tras haber alcanzado tres años antes un acuerdo con el Obispado por el que ocupaban el edificio de la plaza de San Esteban por un periodo de 25 años. El contrato se liquidó y la Iglesia recuperó la propiedad de este histórico palacete, cuya construcción se remonta del siglo VI.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.