Los municipios del alfoz intensifican la vigilancia con cámaras en los accesos

Estos días, el Ayuntamiento de Palazuelos de Eresma está instalando cámaras de videovigilancia de alta definición en todos los accesos del municipio, así como en parques y zonas polideportivas. Son 16 dispositivos con sistema de traslado de información 5G que se suman a los ya instalados en el entorno de la Casa Consistorial, en el polideportivo Arroyo de la Vega, en los tótems digitales informativos y en otros edificios públicos.

«Es un compromiso que adquirimos hace años con la Guardia Civil, que nos pidió la instalación de cámaras porque se trata de una herramienta que a ellos les facilita mucho la labor y a los pueblos nos aporta un plus de seguridad. Hemos tardado más que otros ayuntamientos porque somos un municipio más complejo, con muchos núcleos de población y muchos accesos», explica el alcalde de Palazuelos de Eresma, Jesús Nieto.

La instalación ha costado 65.000 euros, pero merece la pena «porque las cámaras evitarán actos delictivos o vandálicos contra las propiedades privadas y el patrimonio municipal», apunta el regidor. El Ayuntamiento ha colocado cámaras en las entradas y salidas de los núcleos de Palazuelos, Tabanera del Monte, Carrascalejo, Peñas del Erizo, Robledo y Quinta Real, además de en parques e instalaciones polideportivas, objeto de actos vandálicos en alguna ocasión. «Las cámaras de los accesos solo vigilarán el tráfico. Esto es clave en caso de que se produzca algún atraco o algún robo», añade Nieto.

Palazuelos no es el primer municipio del alfoz que instala cámaras. Trescasas fue el primero. Del alfoz y de la provincia. «Son muchos los alcaldes que después me han preguntado por ello», desvela Borja Lavandera, su alcalde. Trescasas colocó en el invierno de 2019 cuatro cámaras: tres en los accesos a la población desde Segovia, La Granja de San Ildefonso y Torrecaballeros y otra en una zona estratégica; y el resultado no puede ser mejor. «Tienen un efecto disuasorio fuera de toda duda: los delincuentes saben que pueden ser localizados», asegura Lavandera.

La vecina San Cristóbal de Segovia no tardó en seguir el ejemplo de Trescasas y lleva con la cámaras casi tres años. Su alcalde, Óscar Moral, no se arrepiente de la inversión, consciente de que la videovigilancia ha incrementado la seguridad en el municipio. «La Guardia Civil nos manifestó la conveniencia de que colocáramos cámaras y así lo hicimos. Hoy tenemos dispositivos en los accesos desde Segovia y Palazuelos de Eresma y en las proximidades del pabellón, donde confluyen los caminos de Trescasas, La Lastrilla y Espirdo. También hay en las dos entradas de las urbanizaciones del Terradillo y Montecorredores. El efecto ha sido excelente», subraya Moral.

La Lastrilla lleva casi tres años con sus accesos videovigilados y enganchados a la empresa Drin Seguridad. El Ayuntamiento, siguiendo las recomendaciones de la Guardia Civil, instaló cuatro cámaras: dos en los accesos de El Sotillo y dos en los de La Lastrilla. «Se trata de controlar el tráfico y prevenir robos. Y estamos encantados con el servicio porque funciona. Sabemos que siempre puede ocurrir algo, pero ahora es más fácil esclarecerlo. También es muy evidente el efecto disuasorio que tienen las cámaras», señala Elísabet Lázaro, la alcaldesa de La Lastrilla.

La videovigilancia es competencia de los ayuntamientos, que trabajan en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El modo en que se coordina la competencia municipal con el trabajo de la Guardia Civil o de la Policía Nacional es «a demanda», es decir, el tratamiento de la información recogida en las cámaras se realiza a requerimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o de oficio por parte del propio ayuntamiento.

En el fondo, funcionan como las cámaras de un banco: la Guardia Civil o la Policía pueden pedir las imágenes para sus investigaciones sobre otros asuntos y el consistorio, para saber si se cometen infracciones de tráfico. No obstante, el rigor que impone la legislación sobre la utilización de estos dispositivos es absoluto. «Lo ocurrido ha de tener cierta relevancia como para que se haga uso de lo grabado. A las imágenes solo tienen acceso dos personas: el secretario del ayuntamiento y el alcalde, previa inclusión de un código de seguridad. Hasta ahora, únicamente las hemos utilizado cuando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado nos lo han pedido», apunta el regidor de San Cristóbal, Óscar Moral.

Otro de los municipios del alfoz que ha instalado cámaras de tráfico es Valverde del Majano. Además de la localizada en el entorno del monumento a la ganadería que da la bienvenida al pueblo, hay otros dispositivos en el polígono. «Todos están muy bien justificados», asegura el regidor. La experiencia está sobre la mesa en otros ayuntamientos del alfoz y del resto de la provincia.

En el Real Sitio de San Ildefonso, la instalación tendrá que esperar al nuevo mandato. «Se nos ha quedado pendiente, pero nuestra idea es disponer de videovigilancia en las entradas y salidas de La Granja y Valsaín», dice el alcalde, Samuel Alonso. Torrecaballeros también tendrá que esperar a la nueva corporación. Su alcalde, Rubén García, lo planteó hace algunos años, pero el proyecto chocó con los recelos de la Jefatura Provincial de Tráfico: «Lo tuvimos presupuestado porque somos partidarios de ello. Sin embargo, Tráfico puso reparos y lo dejamos en 'stand-by'», dice el alcalde.