Las muertes en las carreteras segovianas crecieron un 66% en 2020 pese a las restricciones de movilidad

Esas limitaciones de movimientos por la red viaria de la provincia no han impedido que la siniestralidad suba más de un 66%, en términos relativos, como se deduce de los números recopilados por la DGT. Tráfico especifica que en Segovia perdieron la vida diez personas en los nueve accidentes en los que hubo que lamentar víctimas mortales. Es el segundo mayor incremento en Castilla y León, solo por detrás del registrado en Burgos.

De hecho, en el cómputo global de la comunidad autónoma, los percances mortales disminuyeron a lo largo de 2020 más de un 7% con respecto al curso precedente (de 96 a 89 decesos). En Segovia, el curso pasado el asfalto se cobró cuatro vidas más que 2019, en el que fallecieron seis personas. Además, la DGT ha registrado cuatro accidentes mortales más que en el ejercicio anterior. El último, tres días antes de echar el cierre al año marcado por el coronavirus. Fue el 28 de diciembre, en el término municipal de Martín Muñoz de las Posadas. Un hombre de 40 años, vecino de la localidad abulense de Sanchidrián murió como consecuencia del brutal impacto de la furgoneta que conducía contra un camión.

El año 2020 ya empezó trágico en las vías segovianas. Solo habían transcurrido once días cuando se produjo el primer fallecimiento. Fue un motorista de 61 años de edad, que murió en la colisión entre dos motocicletas ocurrida en la carretera provincial SG-V-2412, en las inmediaciones de la localidad de Torreadrada, coincidiendo precisamente esos días con la concentración invernal de La Leyenda Continúa, que este año no ha podido celebrarse en su 'nido' de Cantalejo por culpa de la pandemia del coronavirus.

Menos de 24 horas después, en el punto kilométrico 72 de la nacional N-603, cerca de la rotonda de acceso al núcleo de población de Los Ángeles de San Rafael, perteneciente a El Espinar, perdía la vida un hombre de 85 años, vecino de Madrid. Además, otras tres personas resultaron heridas en un choque de dos turismos.

Pero el siniestro más grave de los registrados a lo largo del año pasado en las carreteras segovianas tuvo lugar el 2 de marzo. Ese día, un padre y un hijo, vecinos de El Espinar, de 65 y 40 años de edad, fallecían en la N-VI, entre Navas de San Antonio y Villacastín, cerca de la urbanización Coto de San Isidro perteneciente a Ituero y Lama. Murieron en el choque frontal entre un turismo y la furgoneta en la que viajaban. La fatal noticia conmocionó al municipio espinariego.

El estado de alarma y la consiguiente restricción de la movilidad se notó no solo en una reducción drástica de los desplazamientos, sino en la ausencia de fallecimientos en las vías interurbanas que atraviesan la provincia. En esos meses en los que la población estuvo confinada, no hubo que lamentar accidentes con víctimas mortales, cuando en el mismo periodo de tiempo del año 2019 se había contabilizado una muerte, según indican los datos de la DGT.

Esa tendencia positiva duró hasta el 8 de julio, con los desplazamientos ya recuperados tras las restricciones del Gobierno central. En esa fecha se truncó la tendencia positiva a raíz del accidente de circulación en el que perdió la vida un joven de 25 años, originario de Malí, quien al parecer viajaban sin el cinturón de seguridad puesto. Este siniestro tuvo lugar en la carretera SG-333, en el término municipal de Cuéllar.

La siniestralidad en el conjunto de Castilla y León, en lo que a vías interurbanas se refiere, tan solo registró un ligero descenso del 7,29%, con 89 fallecidos, siete menos que en 2019, unos datos lastrados por los sorprendentes incrementos de la mortalidad registrados en Burgos, Salamanca y Segovia, que sumaron entre las tres provincias 44 víctimas, con crecimientos de la siniestralidad hasta del 77% en Burgos.