Muere María Rosa Suárez Zuloaga, nieta del pintor Ignacio Zuloaga y depositaria de parte de su legado

«Estaba muy ilusionada ante la inminente inauguración de la exposición de Ignacio Zuloaga que había organizado en Tallin (Estonia). Su muerte nos ha sorprendido a todos y estamos tremendamente apenados. Era una mujer vitalista y estaba volcada con ese proyecto», señala Mariano Gómez de Caso, presidente de honor de la Fundación Museo de Ignacio Zuloaga e íntimo amigo de la familia. María Rosa Suárez Zuloaga ha fallecido en la madrugada de este jueves, en el hospital madrileño de La Paz, a consecuencia de un infarto sufrido la tarde anterior. Tenía 83 años, había superado un cáncer y trabajaba, con la misma pasión de siempre, en la organización de una exposición de parte de la obra de su abuelo en Tallin, cuya inauguración está prevista para el próximo mes de abril.

María Rosa Suárez Zuloaga era hija de Enrique Suárez Rezola y de Lucía Zuloaga Dethomas, a su vez hija del pintor Ignacio Zuloaga (1870-1945). Tras el reparto de la herencia con sus hermanos, proceso largo y difícil, en 2011 tomó posesión del castillo de Pedraza que su abuelo comprara en 1925, donde residía en la actualidad y gestionaba el Museo de Ignacio Zuloaga de Pedraza de la Sierra. Dejaba así María Rosa su querida Guipúzcoa, donde había dirigido el museo Zuloaga de Zumaia y ejercido como mecenas de un sinfín de artistas de nuevo cuño. Bajo su mando, el museo de Zumaia se convirtió en una casa para coleccionistas, investigadores y artistas. Del País Vasco, la tierra verde y húmeda que la vio nacer, pasó a la áspera y hermosa Castilla que su abuelo tanto amó. «No puedo obviar que tengo una responsabilidad con la generación actual, con la que quiero iniciar proyectos y llevarlos a buen término. Cuento con el entusiasmo de mis tres hijos: Enrique, Eduardo y Rocío Laborde Suárez. Deseo estar muy en contacto con el mundo cultural segoviano y castellano», decía en una entrevista concedida a El Norte en 2011. A su abuelo, el pintor Zuloaga, lo recordaba con nitidez: «Mis recuerdos son plenamente infantiles. Era un hombre entrañable. Ponía la familia por encima de todo. Su arte, sus amigos, su tierra... pero adoraba a sus hijos, Antonio y Lucía, y por supuesto a sus nietos. Mis hermanos y yo éramos unos nietos muy queridos para el abuelo. Y guardo en la memoria recuerdos entrañables, como cuando volvía del estudio cogida de su mano, o cuando recibía a la gente, incluso a las grandes personalidades, con la chaqueta manchada de pintura. Siempre fue un hombre de puertas abiertas, tanto en Santiago Etxea, su casa de Zumaia, como en Pedraza».

'Zuloaga: Alma de España' es el título de la exposición sobre el pintor eibarrés –tan estrechamente vinculado a Segovia– que los Museos Kadriorg y Mikkeli de Tallin (Estonia) y el Museo Zuloaga de Pedraza tienen preparada en colaboración con la embajada española en Estonia, la Diputación de Segovia y la Junta de Castilla y León. La exposición conmemorará el centenario del establecimiento de relaciones entre España y Estonia y presentará al pintor vasco al público nórdico, centroeuropeo y eslavo con una selección de obras que demuestran su carácter profundamente español y enamorado de la provincia de Segovia.

La exposición girará en torno a Zuloaga, la España de Zuloaga y España a través de Zuloaga. Esta idea se articulará en tres grandes apartados: 'De París a Segovia', 'España, legado artístico y cultural' y 'La visión que impactó al mundo', consagrada al imaginario artístico que el pintor vasco tomó sobre el mundo, y de manera especial sobre Segovia, y que le valió el reconocimiento universal.