La luz de Rosa Benito se apagó esta Nochebuena; pero la llama de la memoria permanecerá viva entre los suyos, quienes han estado con ella escribiendo junto a esta segoviana los innumerables capítulos, algunos más alegres y otros más tristes, que este domingo llegaron al ... punto y final de una plena y larga. El pasado 30 de agosto, soplaba 105 velas, una por cada vuelta al sol, por cada año que ganó a la vida. Lo hacía con lucidez, rodeada y arropada por quienes la han querido hasta el último aliento. Así se lo han demostrado cuando acudían cada semana a visitarla a la residencia de Trescasas, que ha sido su hogar durante los últimos ocho años y donde ha fallecido.
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Nacida en Cozuelos de Fuentidueña, fue vecina de Adrados desde que contrajo matrimonio con Félix Castro, quien fuera su compañero de vida durante más de seis décadas. Juntos, con mucho esfuerzo y los escasos ingresos que generaba el campo, criaron a sus nueve hijos y consiguieron proporcionarles un futuro mejor. La mujer pudo presumir de una familia numerosa y repartida por toda España y también en el extranjero.
Son méritos propios y de la genética los que la incluyen en el selecto club de aquellas personas aliadas con la esperanza de vivir un lustro más. Tras cumplir los 105 años, la segoviana se convirtió en semisupercentenaria y en una de las mujeres más longevas de Castilla y León y España. Cuando se le preguntaba por el secreto de su ancianidad, Rosa Benito se encomendaba a «trabajar mucho, una buena alimentación, oraciones a Santa Gema y rosarios a la Virgen de El Henar». La fe y la salud la han bendecido hasta estas jornadas de Nochebuena y Navidad, fechas caprichosas que han tornado la alegría tradicional de las familias en llantos, tristeza y pesar por tan sentida pérdida.
Ya la echan de menos. La recuerda, por ejemplo, jugando a las cartas en Adrados, echando una brisca o un tute, una afición le sirvió también para ejercitar la memoria y poder seguir siendo consciente del cariño que le tiene toda su familia.
El funeral va a tener lugar en la tarde de este lunes, día de Navidad, a las cinco, en la iglesia parroquial de Adrados. Descanse en paz.
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