Una monumental alternativa al calor

Eran las cinco de la tarde y el termómetro marcaba 36 grados de temperatura en La Granja de San Ildefonso. Pese a las altas temperaturas, alrededor de cinco mil personas se acercaron hasta los jardines del Palacio Real para disfrutar del espectáculo de las fuentes. Una tradición que, si la sequía no lo evita, se repite cada 25 de julio, festividad de Santiago. A la espera de que el agua subiese por las antiguas cañerías y tuberías de los monumentos, los visitantes buscaron la sombra con sombreros y paraguas como mejores aliados para combatir el calor. Aunque en algunos ni así se pudo hacer frente a las altas temperaturas y varias personas tuvieron que ser atendidas por los servicios de emergencia por golpes de calor.

Con la sierra de Guadarrama como telón de fondo, la representación comenzó y los visitantes tuvieron la oportunidad de disfrutar de un evento que apura sus últimos espectáculosa del año. Mapa en mano, había gente de Segovia y de otras muchas provincias. Algunos llegados desde Cáceres o Palma de Mallorca. Incluso desde Argentina llegaron para recorrer las calles de los jardines para ver las siete fuentes que se encendieron en la tarde de este jueves. Con motivo de la festividad de Santiago Apóstol, Patrimonio Nacional abrió las llaves de agua de las fuentes de La Selva, Carrera de Caballos, Canastillo, Ocho Calles, Ranas, La Fama y el monumento de los Baños de Diana.

Sin las restricciones de agua que otros años han afectado a la celebración de este tipo de eventos dio comienzo el encendido de La Selva. El espectáculo se inició en la parte más baja del parque en una fuente que no destaca por la espectacularidad de sus chorros pero que sí llama la atención por su tamaño. Tras ello, muchos de los visitantes se quedaron perplejos con la fuerza de las fuentes que hace que algunos chorros de agua superen los 45 metros de altura.

El monumento de La Canastilla fue el más aclamado entre el público. A la llegada de la bandera nacional, en representación del rey de España, tres operarios encendieron una de las fuentes más llamativas de los Jardines de La Granja. De primeras puede parecer una sencilla fuente, más pequeña incluso que el resto, pero una vez que la llave de agua se fue girando el chorro fue capaz de alcanzar al público que se encontraba cerca. Una de las estampas del verano, cientos de personas disfrutando debajo del agua en una jornada donde más de uno agradeció el chapuzón.

Uno de los encantos de esta actividad que se desarrolla el 30 de mayo (San Fernando), 25 de julio (Santiago Apóstol) y 25 de agosto (San Luis), se esconde en el subsuelo de los jardines. El entramado de tuberías que permiten el funcionamiento de las fuentes se conserva prácticamente original desde su construcción. Las cañerías que mandó instalar Felipe V en su palacio de La Granja de San Ildefonso se mantiene original en un 96% de los catorce kilómetros que lo conforman.

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