Miriam Esteban llega a la entrevista con la misma tranquilidad que demuestra cada vez que controla el balón en la cancha. La joven de 18 años nació en Nava de la Asunción (Segovia), pero la tradición balonmanística que atesora este municipio no caló en ella ... y esta promesa del deporte se decantó por el fútbol sala. Doce años después de empezar con su hermano a dar toques con la pelota, ha firmado uno de sus mejores años deportivos y ha puesto el broche de oro a la campaña con el fichaje por el Poio Pescamar FS de Primera División. «Me costó mucho tomar la decisión», asegura.
Publicidad
Cuando recibió la oferta no se apresuró a dar el 'sí'. «Le di muchas vueltas porque al final en el Segosala estaba muy bien, el ambiente que se forma es espectacular y lo que hemos conseguido estos tres últimos años ha sido increíble», admite. Dentro de los sinsabores que entraña tener que despedirse del que ha sido tu equipo, uno de los más amargos ha sido alejarse de la comodidad que sentía la navera en Segovia. Esas dudas se alargaron días. «Tenía la opción de dar el salto y de vivir una nueva oportunidad aunque fuera dura o complicada», confiesa la joven jugadora.
Para meditar la decisión, buscó el apoyo de sus seres más cercanos. Tanto familiares como compañeras y amigos hicieron que la futbolista se sintiera arropada a la hora de elegir qué camino escoger. «Al final ellos no te van a decir lo que tienes que decidir, pero te dan diferentes puntos de vista. Me ayudó mucho hablar con personas cercanas», reitera.
Miriam Esteban
Jugadora de fútbol sala
Uno de los respaldos que más le ha ayudado en esta disyuntiva ha sido su hermano mayor. Este jugador de la cantera del Inter Movistar, que fue su inspiración cuando empezó a jugar al fútbol sala, ha sido un enorme apoyo a la hora de decantarse. «Me dijo que la decisión la tenía que tomar únicamente yo y sobre todo que lo que eligiera fuera con ello y no mirara atrás», afirma.
Publicidad
Cuando recibió la oferta del club gallego por el que finalmente ha fichado –Poio Pescamar FS– no era la única propuesta que tenía sobre la mesa. Asegura haber tenido otros dos pretendientes de Primera División y otro más de Segunda. «Hay diferentes factores que hicieron decantarme por un equipo», cuenta Miriam. La navera tenía asumido que debía de elegir un proyecto adecuado para su progresión deportiva pero sin dejar de lado los estudios.
«El club me planteó un proyecto llamativo y me transmitió una confianza que hizo decantarme por ellos», aclara la jugadora segoviana. De esta manera, la ala-pivot compaginará su debut en la máxima categoría nacional con los estudios superiores de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad de Pontevedra.
Publicidad
Mientras los adolescentes de segundo de Bachillerato afrontaban con incertidumbre el último fin de semana antes encarar la EBAU, Miriam vivía una semifinal de ascenso a Primera División a más de 570 kilómetros de distancia de su casa. La joven buscaba pequeños resquicios para estudiar durante la concentración con el equipo. «Si quieres jugar al fútbol tienes que hacer sacrificios y en los pequeños ratos me tocó estudiar», relata sobre la preparación del examen.
Miriam Esteban
Jugadora de fútbol sala
Tanto la formación académica como el deporte son igual de importantes para la navera, pero la exigencia de ambas actividades hizo que viviera semanas delicadas durante la temporada. «He tenido momentos complicados, al final tienes una doble presión: por un lado, los estudios en los que te estás jugando tu futuro, pero además está todo lo que hemos competido en el Segosala», explica así esa dualidad.
Publicidad
La exigencia que se impone la propia jugadora ha hecho que pudiera completar su mejor campaña. «Al final tienes que estar bien durante toda la temporada porque no puedes fallar», asevera.
Noticias relacionadas
Quique Yuste
Miguel Mateo
La montaña rusa de este año en la que ha estado subida Miriam Esteban, cursando segundo de Bachillerato, compitiendo con el Segosala y con los desplazamientos fuera de Segovia cada quince días, han hecho que la joven esté mentalmente preparada para la siguiente etapa. «Es un sueño jugar en Primera División», afirma.
«Aunque el reto pueda ser difícil, seguramente no tarde en adaptarme mentalmente a un montón de situaciones nuevas», añade la futbolista segoviana.
El Segosala ya ha comenzado a elaborar el plan de vuelo de la próxima temporada con el objetivo de pelear por el ascenso. Tras el fichaje de Miriam Esteban por el Poio Pescamar de Pontevedra, el equipo segoviano ha conseguido un recambio de categoría. Alba García es la nueva incorporación rojinegra para el desafío de subir de categoría.
Aunque la idea central del club es apostar por la cantera segoviana, la dirección del equipo cree imprescindible traer a nuevas futbolistas. «Para estar en Primera División alguna jugadora tendremos que terminar fichando», asume Agustín Pérez, entrenador del Segosala femenino.
El técnico matiza que la incorporación de Alba García «no ha sido algo predeterminado». No ha sido algo buscado, sino que ha surgido y ha fructificado en esta unión. Antes de que se iniciaran las conversaciones con el entrenador, algunas jugadoras ya habían hablado con la que a la postre será su nueva compañera y ésta no veía con malos ojos sumarse al proyecto. Aunque ha tenido más pretendientes, Alba ha priorizado al Segosala por el ambiente y la facilidad para ganar confianza en las pistas.
La cántabra admite tener las expectativas altas para esta temporada. «Tengo muchas ganas de crecer deportivamente y personalmente», afirma. Asimismo, manifiesta tener «mucho respeto por este equipo».
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.