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La decisión tomada por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico de cerrar tres pistas –El Telégrafo, El Bosque y El Escaparate– de la estación de esquí alpino de Navacerrada no tiene vuelta atrás. Fuentes del departamento que dirige Teresa ... Ribera subrayan que la medida de no renovar la ocupación y la concesión de estas instalaciones está justificada y contemplada en el propio documento que recoge las condiciones de la explotación y que se firmó en 1996 para los siguientes veinticinco años. Ese aprovechamiento caduca el próximo 3 de abril. En este sentido, los representantes del Ministerio son tajantes: «Dado que se trata del vencimiento por plazo de una ocupación del dominio público reflejada en su otorgamiento, no hay posibilidad de prórroga».
Así pues, como anticipaba el alcalde del Real Sitio de San Ildefonso, Samuel Alonso, y deducía la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, la resolución anunciada por el Organismo Autónomo Parques Nacionales es «irreversible»; aunque ambas instituciones, la local y la regional, coinciden en expresar su «sorpresa» porque lo inesperado de la medida y su rapidez en hacerla pública sin haberla consultado previamente con la Administración regional, ni con los municipios implicados ni con los sectores que se verán damnificados, como la hostelería, comercio, restauración y otros servicios de las localidades ubicadas en este entorno de la sierra de Guadarrama.
Precisamente, el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico se acoge a la cláusula 21 de la resolución de otorgamiento de la concesión actual a la empresa, en la cual se considerala caducidad por vencimiento del plazo fijado «sin posibilidad de renovación». A su vez, recuerda la cláusula 22, que estipula que, «declarada la caducidad de la presente autorización, la ocupación quedará sin ningún valor, debiendo dejar el beneficiario la zona afectada en la forma que se determine por el Centro Montes de Valsaín, sin que por ello tenga derecho a formular reclamación alguna ni a percibir indemnización de ninguna clase».
El Ayuntamiento del Real Sitio, por ejemplo, ya se ha planteado pedir algún tipo de «compensación» por parte del Gobierno central a raíz del perjuicio económico que va a suponer el cierre de la estación de esquí de Navacerrada. Pero fuentes ministeriales avisan de que «no dan derecho a indemnización ninguna de las actividades que se estén desarrollando fuera de la ocupación existente, dado que ésta se refiere únicamente a las instalaciones de la práctica del esquí alpino y dicha concesión vence por plazo, sin derecho a ninguna indemnización».
Es decir, que no habrá compensaciones directamente relacionadas con el desmantelamiento de las instalaciones deportivas invernales del puerto de Navacerrada para paliar las pérdidas «innegables» que se esperan en el tejido social y económico de los municipios de la zona, tal y como ha advertido la Junta de Castilla y León, que ha criticado la «unilateralidad» de Parques Nacionales a la hora de decidir la no renovación de la concesión.
Sobre la posibilidad de fomentar por parte de la Administración central alternativas en el propio puerto que compensen el perjuicio que ocasione el cierre de las pistas, el departamento de Teresa Ribera replica que «se hace necesario orientar el modelo de uso y disfrute de nuestro medio ambiente» en este enclave del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. El Ministerio apuesta por que «los usos y actividades se desarrollen de forma sostenible ambiental y económicamente, en el marco de los aprovechamientos permitidos en la normativa del Parque Nacional y su zona periférica de protección y área de influencia socioeconómica».
Un modelo «más sostenible»
No hay visos de proponer actividades que compensen a los esquiadores que se quedarán sin sus instalaciones para la práctica de su deporte favorito, ya que las fuentes del Ministerio ese escudan en la conservación del entorno natural, sobre todo en «un escenario marcado por la reducción en un 25% de los días de nieve, el aumento de las temperaturas medias y por el grave problema de saturación y de acceso en una zona de alto valor ecológico».
Una opinión que contrasta con los practicantes del esquí en esta estación, que aseguran que su disciplina no es la que perjudica y daña el espacio natural a salvaguardar, sino que es la avalancha descontrolada y sin regular de excursionistas que se desplazan a la sierra la que contribuye al deterioro, a los colapsos y las masificaciones. Los representantes ministeriales, por su parte, insisten en este cruce de opiniones en que existe «una responsabilidad colectiva de llevar a cabo una transformación hacia un modelo más sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico y desde el Gobierno se fomentan las iniciativas en esa dirección».
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