¿De quién son estos 2,3 millones de euros?

La identidad del dueño del boleto con la combinación ganadora —3 / 6 / 13 / 14 / 26 / 30 con el 16 como complementario y el 0 de reintegro— permanece siendo una incógnita en el pueblo. No ha aparecido aún el agraciado y la gran mayoría presupone que no lo hará. «No tengo ni idea de quién puede ser y si lo sabemos tampoco podemos decir nada, lo tiene que decir el cliente», explica Mario. Aunque una evidente lluvia de sospecha ha empezado a cubrir el municipio, muchos son los que juegan al 'Quién es quién'; en la terraza del bar los vecinos bromean y acusan al prójimo, o a todo el que pasa por delante del bar, de ser el agraciado. «Esto normalmente ahora la gente se lo calla, no es como en Navidad que es más repartido y la gente se junta para celebrarlo», apunta un cliente que apura su café, y remata asegurando que «si me hubiese tocado a mí, yo no lo diría».

Mario en cambio guarda la esperanza de que algún día el acertante de la ya afamada Bonoloto aparezca por el bar para agradecérselo. «Nos gustaría que nos dijera algo y nos lo agradeciese», tienta al ganador asegurando que, aunque haya ganado millones, «le invitaría». Y también se anima a suponer que quizá el afortunado pueda ser de fuera del pueblo, ya que el boleto se selló un miércoles de mercado. «Los miércoles suele haber mercado y viene gente de todos los pueblos: Roda de Eresma, Yanguas de Eresma, Escobar de Polendos, Pinillos, Villovela de Pirón, Cabañas de Polendos… personas que vienen a hacer sus compras. Entonces, ayer hubo un vermut bueno y la gente sellaba su primitiva, su bonoloto…mucha gente sella Primitiva, la Bonoloto se suele jugar menos…», explica. El hostelero tampoco descarta que el boleto haya ido a parar a Madrid. «Lo mismo le ha tocado a gente que es de Madrid y tiene su casa en los pueblos… Nunca se sabe, igual está dentro del bar ahora mismo».

Una vez Mario Postigo posa con el cartel situado en la fachada del establecimiento, en el interior muchos son los vecinos que se quedan pasmados mirando el cartel— muchos adornan ya todo el bar— con la cifra millonaria. No dan crédito. «Es mucho dinero», comentan sin dejar de mirar el número. Las empleadas del local no caben tampoco en sí de la alegría, alguna culpa a la bruja que adorna el puesto de Loterías que se sitúa en el interior del bar. «Este año llevamos dos ya, el primero fue un primer premio de la lotería nacional». Un 92.347 que repartió alrededor de 70.000 euros el 14 de abril de 2022 y del que tampoco se tiene conocimiento del agraciado.

Parece este 2022 rodear al Café-Bar Sirena un halo de dicha camuflado en premios. «Hacía tiempo que no dábamos un premio tan grande; cuando empezamos hace 18 años dimos un premio de 117.000 euros, luego fueron premios de 4.000, 5.000 euros…», explica Mario Postigo, antítesis del Mario Postigo de la canción de Mecano, ya que no corre la misma suerte que éste, sino que la reparte, y en forma de millones.