San Millán, San José o el casco histórico son las zonas más propensas a las plagas en la ciudad

El concejal de Medio Ambiente de Segovia, Ángel Galindo, comenta que es más frecuente detectarlos en las edificaciones más antiguas, ya que en los bajos suelen formarse cámaras de aire que constituyen el ambiente idóneo para su reproducción. Por eso, el concejal admite que determinados barrios como San José, San Millán o el casco histórico son más propensos a sufrir plagas. No obstante, recuerda que «se pueden ver en cualquier parte de la ciudad y es que no existen zonas libres de roedores o cucarachas».

En la misma línea, Pedro Durán, copropietario de la empresa de control plagas, Zoosan Servicios Veterinarios, explica que los edificios viejos o en condiciones de abandono son «autopistas perfectas para que roedores y cucarachas aniden durante todo el año». Por otra parte, afirma que estas especies no se pueden eliminar de las ciudades porque la cantidad de recursos necesaria sería ingente. Además, «hay estudios que demuestran que estos animales cumplen su función». En concreto, se encargan de eliminar determinados restos orgánicos y reducir, al menos en parte, los olores que se producen en las ciudades por la descomposición de residuos en el alcantarillado.

Pedro Durán subraya que los roedores crían también en verano; sin embargo, es más frecuente que entren en las casas en otoño porque «ahora están en el campo y cuando empieza a hacer frío se acercan a las viviendas para refugiarse». Durante la época estival es más fácil ver a otro tipo de insectos, entre ellos, las cucarachas, que salen de sus recovecos por la noche. También es habitual toparse con avisperos y con grandes poblaciones de hormigas.