El mercado laboral de Segovia se nutre de mano de obra madrileña y sevillana

La provincia está en pleno contacto laboral con el resto de regiones del país gracias al intercambio de trabajadores. Miles de personas se trasladan a diario dentro de Castilla y León e incluso a otras comunidades autónomas para acudir a sus puestos de trabajo. Pero en otros casos la movilidad conlleva la mudanza permanente a otros lugares. A lo largo de 2023, Segovia perdió más de 4.700 asalariados, pero dio la bienvenida a otros 5.850, de los que el 30% procedían de diferentes puntos del mapa nacional.

La balanza entre las bajas de los que se van y las altas de los que llegan se mantiene equilibrada, aunque la tendencia es positiva, pues el último ejercicio del que se tienen datos refleja la ganancia de más de 1.000 nuevos contratos. El tejido económico de Segovia se ha expandido de forma significativa estos meses después de que en periodos anteriores, como es 2014 o 2018, el recuento final arrojase números rojos, según refleja el último estudio del Observatorio de las Ocupaciones.

La tasa de movilidad se mantiene elevada y es cambiante según la edad del trabajador, el puesto al que se quiera acceder o el umbral salarial que se tenga como referencia, entre otras cuestiones. A diferencia de otras provincias, Segovia no depende tanto de estas variables. Tras la pandemia ha sido capaz de atraer mano de obra gracias a la cercanía a Madrid y la extensión del teletrabajo. Por este motivo, se coloca como uno de los territorios regionales que menos éxodo registra.

Así lo pone de manifiesto también el análisis de movilidad publicada por la Agencia Tributaria, que eleva a 67.187 la cifra actual de asalariados. Todo ello pese a la pérdida del doble de trabajadores castellano y leoneses de los que sumó en 2023: un total de 404. Es una sangría que se debe fundamentalmente a los menores de 35 años que deciden iniciar su trayectoria profesional en Valladolid. Muchos de ellos encuentran oportunidades después de concluir los estudios en dicha provincia, la cual recibió más de 600 segovianos frente a los 192 empleados que intercambió.

Segovia también mantiene saldos en negativo en la comparativa con Burgos (28 trabajadores), Palencia (cuatro) y Soria (uno), pero suma mano de obra con el resto. Algo parecido sucede con los asalariados procedentes de comunidades autónomas diferentes, ya que el sistema laboral segoviano dijo adiós a 1.100 inscritos tras ser destinados a Alicante (13), Barcelona (11), Málaga (11) o Cádiz (10). Aun así, anotó más de 1.200 incorporaciones, lo que permitió dar un impulso en cierto modo a la estadística.

Debido a la proximidad, Madrid se convierte en el principal polo que concentra el flujo de profesionales. Son casi 700 segovianos los que han iniciado su proyecto de vida en la capital del país, un promedio que ha incrementado con el paso de los años. Lo que también ha repuntado es el interés de los madrileños que deciden reubicar su hogar en algún punto de la provincia. En 2023 fueron cerca de 800 los que decidieron dar este paso, que puede deberse a la mejora de las comunicaciones y el encarecimiento de la vivienda en su ciudad de origen.

Llama la atención la elevada presencia de sevillanos en el mercado laboral provincial. Son más de 60 empleados procedentes del territorio andaluz los que se instalaron en Segovia en el último ejercicio cerrado: el doble de los que regresan. La misma tendencia presentan Toledo, Murcia o Cáceres, a la vez que las empresas segovianas cada vez atraen mayor atención de los abulenses, almerienses o jienenses. Por su parte, la permuta de trabajadores es prácticamente inexistente con once provincias. Sobresalen las catalanas Gerona, Lérida o Tarragona, además de las manchegas Albacete, Cuenca y Ciudad Real. A estas se suman Huesca, Teruel, Castellón, Lugo y Orense, de acuerdo con la Agencia Tributaria.

La migración a otros territorios es una realidad habitual especialmente entre los recién graduados o titulados, ya que se marchan tres menores de 26 años de Segovia por cada joven que llega. A lo largo de 2023 se fueron más de 300. La principal motivación es la mejora salarial, por lo que las distancias se acortan entre los empleados de hasta 35 años, mientras que sucede todo lo contrario entre los asalariados de mayor edad. A medida que una persona cumple años, participa en menos traslados. En el caso de aquellos que sobrepasan los 55 años, apenas abandonaron la provincia 120 frente a los 160 que fueron dados de alta.

La tasa de movilidad también es mayor en el caso de los trabajadores que poseen estudios superiores o universitarios, pues se sitúa en el 30% del total. Este índice cae en picado, por debajo del 20%, en el caso de aquellos que han cursado un ciclo formativo o simplemente Educación Secundaria Obligatoria (ESO). El perfil de asalariado que sale de Segovia en busca de condiciones laborales que se adapten a su situación se corresponde fundamentalmente con hombres de entre 30 y 45 años, lo que se une a la nacionalidad extranjera.

Por sectores, la mitad de los contratos que se firman con empresas de agricultura y pesca son gracias a la llegada de personas de otros territorios, según los datos recopilados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. La proporción disminuye al 30% en el caso de la construcción, al 23% en relación a las actividades terciarias o de servicios; y al 13% en el área industrial, por lo que se constituye como el gremio con mayor estabilidad en la provincia.