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Multitud de personas participan en el mercadillo del colegio de San José. Antonio de Torre
Un mercadillo para pagar el viaje de fin de curso

Segovia

Un mercadillo para pagar el viaje de fin de curso

Decenas de alumnos del colegio San José se convierten en vendedores por un día para recaudar fondos y dar una segunda vida a objetos donados por familias y vecinos del barrio

Miércoles, 29 de mayo 2024, 22:03

La inflación ha tenido consecuencias directas en los bolsillos de las familias segovianas. En el plano educativo, son muchos los hogares que han tenido que hacer mayor esfuerzo económico a la hora de adquirir libros, renovar el material escolar y trasladar a sus hijos a la escuela. Los profesores del colegio de San José, en la ciudad de Segovia, son conscientes de este hecho. De ahí que hayan organizado un mercadillo, en el que los alumnos de Primaria se convierten en vendedores por un día, para sufragar parte de los gastos del viaje de fin de curso y garantizar a su vez que todo niño pueda participar en la actividad. «Es una actividad que les encanta», asegura Beatriz Sánchez, tutora del primer curso.

No es la primera vez que se pone en marcha una iniciativa similar. Ya en el curso pasado, los profesores celebraron la misma campaña de donaciones para la recaudación de fondos. La participación de los vecinos del barrio, así como de los allegados y el conjunto de la población segoviana, permitió que los escolares «no tuvieran que poner dinero a mayores». Esto se debe a que se consiguió sufragar prácticamente la totalidad de los gastos de desplazamiento en autobús, que se eleva a más de 500 euros. «Se nota mucho», subraya Sánchez.

El mercadillo, que tuvo lugar este martes y miércoles por la mañana, es un evento enmarcado en el proyecto educativo de trabajo comunitario, que impulsa la dinamización la vida en este distrito segoviano. Los pequeños segovianos se distribuyeron en cuatro turnos, y en ellos «siempre ha habido algo», se alegra. Su preparación comienza varias semanas atrás, ya que los propios niños son los encargados de crear carteles publicitarios y anuncios para el reclamo. «¡Barato, barato!», se podía leer en uno de ellos.

Varios momentos de la iniciativa para la recaudación de fondos para el viaje de fin de curso. Antonio de Torre
Imagen principal - Varios momentos de la iniciativa para la recaudación de fondos para el viaje de fin de curso.
Imagen secundaria 1 - Varios momentos de la iniciativa para la recaudación de fondos para el viaje de fin de curso.
Imagen secundaria 2 - Varios momentos de la iniciativa para la recaudación de fondos para el viaje de fin de curso.

Lo mismo sucede con las octavillas, que fueron repartidas entregadas en el vecindario por los propios alumnos en las jornadas previas. Una vez cumplido el proceso de gestión, lo que incluye la promoción y preparación, los escolares de primer, segundo y sexto curso de Educación Primaria se pusieron manos a la obra al frente de los expositores.

Sin ninguna duda, las mesas instaladas en las aceras frente al centro educativo llamaron la atención de muchos viandantes. Había un sinfín de productos de segunda mano dirigidos a su donación: desde kilos y kilos de ropa hasta decenas de ejemplares de libros y otros tantos juguetes para su reutilización. «Pusimos una semana de recogida de estos artículos y convocamos a los padres contribuir a la donación, a la que también se sumaron muchos conocidos de las familias y profesores: todo el mundo quiso contribuir a la causa», especifica la tutora.

Una función social

El abanico de propuestas era muy amplio. Solo había una condición: tenían que estar en buen estado, pues el propósito era darles una nueva vida útil. No hay un precio concreto de venta. «Cada uno da lo que puede», insiste Sánchez. Por tanto, se pudieron adquirir camisetas a dos euros y juguetes por incluso menos cantidad de dinero. Algunos progenitores colaboraron con el manejo del libro de cuenta. «Los peques todavía tienen algunas dificultades, aunque les sirve para poner en práctica lo aprendido en matemáticas».

Esta oportunidad no solo sirve de aprendizaje orientado a la reducción de residuos por medio del reciclaje, sino que también permite a muchos niños de familias vulnerables asistir a las excursiones. No hay que olvidar la función social de la actividad, que presume de tener un valor añadido «importante». A juicio de la profesora, San José es un «barrio de gente trabajadora» y el mercadillo facilita a muchas personas el acceso a ropa u otros objetos cotidianos, pues el precio abonan por ellos «es muy asequible».

El precio del combustible se ha disparado de forma muy significativa en los últimos dos años. El servicio de transporte en autobús «se ha encarecido mucho». Una simple salida que conlleve el desplazamiento de más de 20 kilómetros implica el pago de «entre 15 y 20 euros» por cada escolar. En esta ocasión, está previsto que los alumnos visiten el CENEAM de Valsaín -con pernoctación- y las cuevas de Prádena. Otro grupo podrá hacer piragüismo y tiro con arco.

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