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Estefanía Martín mira el escaparate de su joyería, debajo del aparato de aire acondicionado. NACHO VALVERDE (ICAL)
Las medidas de ahorro que llegaron para quedarse

Las medidas de ahorro que llegaron para quedarse

Comerciantes de Segovia aseguran llevar ya tiempo con algunas de las medidas que ahora ha impulsado el Gobierno, pero critican la «incoherencia» de fijar la temperatura

patricia martín (ical)

Segovia

Jueves, 11 de agosto 2022, 11:14

Un primer día que no es tal. Esa es la opinión generalizada entre los comerciantes de Segovia ante la entrada en vigor, la noche del martes, del Real Decreto-Ley de medidas de ahorro energético impulsado por el Gobierno. Algunos de los consultados por Ical en esta primera jornada apuntan que estas medidas, como el apagado de luces en los escaparates o el encendido del aire acondicionado solo ante situaciones extremas de calor, ya lo estaban llevando a cabo desde hace meses. Otros señalan precisamente a este último factor de la temperatura como «incoherente» al no tener en cuenta las necesidades de determinados negocios o el bienestar de clientela y empleados.

En cualquier caso, la opinión generalizada de los pequeños comerciantes es que tienen que ahorrar en la factura energética como lo hacen las familias, dado el tamaño de sus negocios, muy diferente a las grandes empresas que, con otros márgenes y circunstancias, puedan tener otras políticas. Los comerciantes que son autónomos tienen claro que al pagar sus propios recibos, van a tener siempre en cuenta la posibilidad del ahorro en la energía por el precio que tiene ahora, siendo de nuevo el punto discordando con las medidas el de la temperatura porque «tendrá que estar siempre al gusto de clientes y empleados».

Juan Luis Misis, Carlos Herranz y Roberto Manso. NACHO VALVERDE (ICAL)
Imagen principal - Juan Luis Misis, Carlos Herranz y Roberto Manso.
Imagen secundaria 1 - Juan Luis Misis, Carlos Herranz y Roberto Manso.
Imagen secundaria 2 - Juan Luis Misis, Carlos Herranz y Roberto Manso.

El fotógrafo Juan Luis Misis, que tiene una tienda a pie de calle en la calle José Zorrilla de la capital, asegura que los autónomos y los pequeños comerciantes llevan ya muchos meses autorregulando el gasto en energía. «Esas medidas que están adoptando ahora las venimos practicando desde hace tiempo. Los escaparates los apago pronto, las luces las tengo quitadas, procuro ventilar todo lo posible y poner el aire acondicionado lo mínimo, como en una economía familiar. Ahorrar en todo lo que se puede», señala. En una negocio como el suyo existen máquinas que generan calor y deben estar encendidas. «Cuando vemos que la temperatura de la calle se ha adecuado casi a la del local, es cuando damos el aire acondicionado», subrayó. En su establecimiento cuenta con grandes máquinas que tienen que estar encendidas porque no sabe cuándo va a venir el cliente. «Por una cuestión operativa», detalló, aunque tenerlas en marcha hace que haga más calor en la tienda.

Seguridad

De igual manera, Estefanía Martín, propietaria de dos establecimientos de joyería en la capital segoviana, sostiene que no ha tenido que realizar cambios porque, por motivos de seguridad, a las diez de la noche se bajan todos los cierres metálicos y se apagan las luces de los escaparates. En cuanto a la temperatura de los locales, depende de la hora del día, según incida el sol y la temperatura, para poner o no en marcha el aparato de aire acondicionado. No hacen un uso continuado y ahora probarán a ponerlo a 27 grados y ver cómo reaccionan los clientes.

A pocos metros, en la también segoviana carnicería salchichería Herranz, en este primer día de entrada en vigor del decreto han seguido con total normalidad su trabajo. Carlos Herranz explica que la parte de atención al cliente suelen estar a 25 grados, que es la temperatura que establece la normativa laboral en aquellos centros donde se hace un trabajo ligero, como es su caso, al despachar a sus clientes. «Se trata de estar a una temperatura agradable, sobre todo con el verano que estamos teniendo», afirma.

Su factura de la luz se ha visto incrementada en un 30% porque la tienda supone solo la mitad del espacio, ya que son muchos metros cuadrados dedicados a las cámaras frigoríficas y a los almacenes. «Aquí todo es luz, las vitrinas, las cortadoras, la sierra, el embutido». En esta parte, las cámaras de conservación de fiambre tienen que estar entre 7 y 8 grados y donde tienen las carnes, entre 0 y 5 grados.

«Tomar estas medidas para el comercio no tiene ningún sentido», declara, por su parte, el comerciante segoviano Roberto Manso, también presidente de la patronal del comercio Fecose, porque «todos estamos concienciados en que hay que arrojar energía», pero critica hacerlo con un Real Decreto «improvisado y lleno de lagunas». Para Manso, «en una ciudad como Segovia, no hay escaparates encendidos a partir de las 22.00 horas, salvo en las zonas más turísticas, que sí se van ven perjudicados y perder algo de vida».

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