El lío de las medallas de 388 euros y las promesas «por imperativo legal»

Este rechazo no fue el único gesto fuera del guion habitual del acto de investidura. Tanto Galindo como Peñalosa usaron fórmulas alternativaspara tomar posesión de sus cargos como concejales del Ayuntamiento de Segovia. El primero esgrimió su condición de ciudadano de un Estado republicano y laico para prometer su cargo «por imperativo legal». La segunda usó la misma expresión pero sin el argumento previo que utilizó su compañero. Entre los asistentes corrió un ruidoso murmullo de sorpresa después de escuchar a los representantes de IU.

La 'rebeldía' de los socios de la ya alcaldesa, Clara Luquero, se extendió al portavoz del grupo municipal de Podemos-Equo, Guillermo San Juan, quien a la hora de tomar posesión de su escaño lo hizo «por imperativo legal» y en nombre de «nuestro país, por nuestro pueblo y por la gente de nuestros barrios».

También se salió del guion cuando fue llamado a recoger la medalla corporativa. Todos los miembros de la corporación, salvo los ediles de IU, habían pasado ya por el centro del salón de plenos donde la alcaldesa les colgaba del cuello la distinción. San Juan, sin embargo, pidió a Luquero que se la diera en mano.

La entrega de las distinciones dio más de sí, esta vez la anécdota tuvo un tono mucho más distendido y, por supuesto, nada político. Fue cuando la regidora procedía a colgar la medalla alrededor del cuello de la concejala del Partido Popular (PP), Azucena Suárez; pero cuando iban a posar para la foto se le cayó al suelo. Nada que no tuviera solución, ya que de inmediato la recogieron y esta vez la alcaldesa se aseguró de anudársela bien.