«Me consta que la Consejería de Educación ha tratado de negociar con la empresa y buscar una solución que impidiera llegar a la resolución del contrato, pero no ha sido posible y estas cosas están a la orden del día. La obra había empezado ... a coger velocidad de crucero, pero cuando hubo que reformar el proyecto las cosas empezaron a torcerse y todo ha acabado como ha acabado», se lamenta el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en la provincia. Mazarías sabe que el contratiempo supone volver a la casilla de salida, con toda la demora que ello conlleva. «Hay que iniciar otra vez la licitación, hacer la adjudicación, las reclamaciones... Estamos hablando de todo lo que queda de año. Es un contratiempo que nos puede llevar diez meses, no exagero, porque se trata de un proceso marcado y sería una buena noticia que estuviera adjudicado antes de que acabe el año 2021. Me revuelve el alma pensar que tenemos que empezar otra vez el proceso. Hemos perdido un curso entero».
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Lo ocurrido condiciona el desarrollo del segundo edificio, el destinado al IES propiamente dicho, porque, por ley, en una misma parcela no pueden convivir dos obras de distintas empresas. «Estaba perfectamente calculado para que, una vez concluido el centro de Formación Profesional, empezara a construirse el otro. Ahora hay que acompasarlo, pero podía darse el caso de que el edificio de Secundaria y Bachillerato se empezara antes que el de FP, porque puede adjudicarse con anterioridad, lo cual obligaría a paralizar más la obra del primero», señala el delegado territorial.
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