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El delegado territorial de la Junta en Segovia, José Mazarías, ha condenado las imágenes de aglomeraciones que durante el fin de semana se han visto en varios municipios de la provincia, con los botellones de Carbonero el Mayor como su mayor exponente. «Son actitudes ... irresponsables», afirma sobre los jóvenes, «miles» según el delegado en algunos casos, consumiendo alcohol y sin mascarilla. Conductas que subraya no cumplen con la actual normativa sanitaria.
Mazarías recuerda que la Junta de Castilla y León si tiene capacidad para controlar el aforo en locales de ocio e incluso realizar inspecciones, pero no así para velar por el cumplimiento de las normas sanitarias en la vía pública. Además, recalca que la Administración regional sí que tramita todas las propuestas de sanción que le llegan por parte de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la provincia relacionadas con incumplimientos de la normativa sanitaria.
Mazarías defiende también la actuación del Ayuntamiento de Carbonero el Mayor. «Son aglomeraciones que se convocan a través de redes sociales y de 'whatsapp'. Es difícil tener medios para poder controlarlas», comenta el delegado territorial, quien precisa que el Ayuntamiento no hizo ninguna convocatoria. «El Ayuntamiento recurrió a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Lo intentaron controlar con los efectivos que tenían, pero era imposible», reconoce. «Hemos visto imágenes en otras zonas de España donde la Policía ha tratado de intervenir con más efectivos y también ha sido imposible», añade.
En este sentido, Mazarías confirma que en otro municipio de la provincia –sin precisar cuál–, los agentes de la Guardia Civil sí que trataron de disolver una concentración de jóvenes. «Hubo enfrentamientos con los agentes», lamenta.
Explica que a todos los alcaldes de la provincia les llegó la petición por parte de la Junta de Castilla y León de seguir y hacer cumplir las normas sanitarias. «Prácticamente en todos los sitios se ha cumplido», indica. Para Mazarías, «es imposible que la Guardia Civil entre a denunciar uno a uno» a los participantes en estos botellones, por lo que aboga por tratar de disuadir ante unos recursos policiales «escasos».
Por último, celebra que estas aglomeraciones no se estén traduciendo en un gran incremento de los contagios. «En el caso de Cuéllar sí que hubo un leve repunte, pero nada preocupante», concluye.
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