Una de las mayores fortunas españolas impulsa el macroproyecto de Quinta Real

Según confirman fuentes del Madaria HC Real Estate -empresa que adquirió las acciones de la sociedad Quinta Real a la Diputación de Segovia, cuya venta se firmó la pasada semana por algo más de doce millones de euros incluida la parte que poseía la Cámara de Comercio-, la promoción del macroproyecto tiene un apellido propio: Aguinaga, una de las sagas familiares más ricas de España, dedicada fundamentalmente a los negocios inmobiliarios y de la automoción.

Su patrimonio neto está valorado en 170 millones de euros; fue pionera en la importación de vehículos y comercialización de Mercedes a través de sus concesionarios en el País Vasco; revitalizó los tranvías y trolebuses de Bilbao con la introducción de la marca alemana, a la que ha dedicado un museo en la capital vizcaína con vehículos que son objeto del deseo coleccionista, y estuvo en el consejo de administración de FCC hasta 2014, entre otros hitos de una trayectoria empresarial que se dilata a día de hoy hasta su cuarta generación.

Sus planes para Quinta Real consisten en un amplio desarrollo residencial «que abarque el total de la zona, siempre desde la sostenibilidad y con la viabilidad que requiera», matizan en Madaria HC Real Estate, cuyos representantes confirman el objetivo de edificar cuatrocientas viviendas de diferentes características.

El complejo urbanístico ideado incluye áreas comerciales, un centro de negocios y un hotel de entre noventa y cien habitaciones, entre otras infraestructuras, ratifican fuentes de la empresa, que confirman que la inversión inicial para ejecutar este macroproyecto se alza hasta los 150 millones de euros, con una reversión prevista que asciende a los 350 millones a través de la comercialización y ventas de espacios e inmuebles.

En este bosquejo, la mercantil no se aventura en especificar plazos, ni para el inicio de las obras ni para que el desarrollo planeado sea una realidad habitada. Sus representantes hablan «a medio plazo» y recuerdan que la firma, ante notario, con la Diputación y la Cámara de Comercio para rubricar la adquisición de la sociedad es reciente.

En dicho acto, celebrado el pasado jueves 20 en el Palacio Provincial, estuvo José Aguinaga como apoderado de Madaria, que además es administrador solidario de La Farm Concept 2021, filial de Madaria que desarrolla muy cerca de Palazuelos de Eresma, en el Real de Sitio de San Ildefonso, otro relevante proyecto urbanístico en tierras segovianas que conjuga la creación de clínicas dedicadas al bienestar físico y la belleza con las apuestas residencial, hotelera y cultural.

Tras hacerse con Quinta Real, la familia Aguinaga pasa a gestionar un millón de metros cuadrados en los terrenos de Quitapesares. Incluye el campo de golf de La Faisanera, que se extiende por unos 600.000 metros cuadrados, y que ha pasado de facturar 500.000 euros en 2019 a 900.000 el año pasado; así como la zona residencial con cuarenta viviendas construidas. También forma parte de la operación el hotel a medio levantar cuya edificación lleva abandonada cerca de once años.

«El talante de lo que se quiere hacer es mantener lo que ya está y mejorarlo», subrayan en Madaria, tanto en lo que respecta a los planes futuros que hay para Quitapesares como para la evolución de La Farm, proyecto cuyo hotel ya está en funcionamiento y en el que los siguientes pasos van encaminados a culminar la transformación de la desacralizada iglesia de Santa Isabel en un espacio creativo multidisciplinar, denominado La Farm Studio, para albergar eventos culturales, artísticos y sociales como exposiciones, conciertos, rodajes, cocktails, etcétera, además de abrir dos centros, uno de belleza y otro de bienestar físico, en casonas rehabilitadas dentro del casco histórico del Real Sitio.

En Quitapesares, una de las ideas que se barajan es reconvertir el hotel a medio terminar en la nueva casa club del campo de golf de La Faisanera, dado que la actual forma parte de las instalaciones del Palacio de Congresos y Exposiciones que anhela acabar la Diputación de Segovia después de varios años de retraso. La terminación de este complejo está valorada en unos cuatro millones de euros.