«En marzo batimos el récord, con 2.100 TAC y 900 resonancias»

Con todos los problemas sanitarios que han aflorado con la pandemia del coronavirus, primero agradece a todo el grupo de celadores, administrativos, enfermeras y técnicos del servicio su dedicación y esfuerzo; para luego insistir en quejarse porque «no se ha provisto de ningún equipo de radiología» a zonas tan castigadas como Cuéllar o Riaza. Rodríguez llama la atención sobre el trastorno que padecen residentes en la provincia que «tienen que recorrer cien kilómetros para hacerse una radiografía».

Su unidad trató de paliar esta carencia durante algunos meses de azote de la pandemia con la puesta en marcha de un equipo móvil itinerante que cosechó un generoso reconocimiento y por el que incluso se interesaron en otras comunidades autónomas.

Pero además de las reivindicaciones, Javier Rodríguez Recio, su servicio, y el complejo asistencial de Segovia tienen motivos para sacar pecho. El pasado mes de diciembre se incorporaron radiólogos hasta casi completar la plantilla. En la actualidad está al 80%, con dieciséis efectivos. Esa suma «nos ha permitido llevar a cabo una actuación más amplia». El empuje es el resultado de una reorganización que consiste en hacer pruebas de imagen mañanas y tardes, así como de un plan por el que también se cita los sábados y domingos en ambos turnos. Este frenesí en Radiodiagnóstico repercute en la apertura de más consultas y en aligerar las listas quirúrgicas.

Tal ha sido el impulso y el alto rendimiento de los recursos disponibles que el pasado marzo «batimos el récord» de pruebas realizadas: 2.100 TAC y 900 resonancias. Rodríguez Recio indica a su vez que el «trabajo ha aumentado con el postcovid». Se refiere al incremento de las solicitudes procedentes de áreas como Neumología o Neurología para la exploración de posibles secuelas.

El jefe de Radiodiagnóstico apunta que el crecimiento de las peticiones de pruebas de imagen es algo común en el resto del sistema sanitario. «Cada año suben en torno al 30%», asegura. Además, hay determinadas circunstancias que no ayudan a rebajar ese volumen creciente de trabajo. Pone el ejemplo de las consultas telefónicas durante la crisis del coronavirus, que han traído consigo más demandas de exámenes radiológicos.

Rodríguez Recio tiene aún más razones para sonreír. Dentro del plan de renovación tecnológica, «en junio podremos contar con una nueva resonancia» que va a permitir ampliar la cartera de servicios con funciones que hasta ahora no se prestaban en el centro público, como las resonancias de próstata. Va a suponer un salto de calidad y de cantidad, porque, según avanza, el aparato que se terminará de instalar en junio también va a acelerar el trabajo. Además, hasta finales del año va a poder contar con la resonancia que se va a sustituir, mientras no falle, y con la nueva. Esta incorporación se suma a un nuevo ecógrafo que suple a otro que daba problemas y que está disponible desde la semana pasada tras tramitar de urgencia su adquisición.