Marugán nombra a su tercer alcalde en tres años

La que hasta finales de noviembre del año pasado ocupaba la primera tenencia de alcalde y estaba la frente de la Concejalía de Asuntos Sociales, Sanidad y Educación y Fiestas tomó el testigo de Francisco Roque, quien anunciaba a través de un bando su renuncia a la Alcaldía tras haber estado casi siete años al frente del gobierno local, más de diez como edil en la corporación y tras haber reeditado para el Partido Socialista la Alcaldía de Marugán en las últimas elecciones municipales celebradas en mayo de 2019.

Roque alcanzó la edad legal de jubilación y decidió dejar el puesto de regidor aludiendo «motivos personales». El 30 de noviembre del año pasado se oficializó la dimisión. Lorena Díaz asumió entonces el cargo y la responsabilidad de guiar los designios de sus convecinos. Su predecesor arguyó en el bando de su adiós que era el momento de dar un paso a un lado y dar entrada a «gente nueva, joven, con ánimo de continuar mejorando las infraestructuras del municipio y para conseguir hacer de Marugán un pueblo seguro».

La etapa de Díaz al frente del Ayuntamiento ha durado seis meses y ahora se abre una nueva con quien ostentaba la tenencia de alcaldía, Miguel Ángel Monterrubio, como regidor y al que le queda un año para tratar de desarrollar proyectos que están en la cartera del equipo de gobierno y que todavía no han podido verse cristalizados.

El tercer alcalde de Marugán en tres años empieza su andadura «con mala suerte», reconoce al comentar la ausencia de la figura de un secretario para empezar a mover fichas en la administración. Vidal Galicia, nuevo senador autonómico del grupo del Partido Popular junto a las designaciones de Javier Maroto (también por el PP) y Francisco Díaz (éste por el PSOE), ha dejado sus atribuciones de funcionario como interventor y secretario, un hueco que el nuevo regidor de Marugán confía en que quede cubierto antes de finalizar el mes.

Monterrubio tiene por delante un año en el que la localidad tiene que, por ejemplo, renovar la imagen de algunas calles que acumulan bastante deterioro. Para muestra, el botón de la calle Cruces, «que está hecha un arenal y habrá que pavimentar». Mismo acondicionamiento y mejoras a aplicar en otras arterias del pueblo, como la calle de la Iglesia, así como en las aceras de la rúa de las Heras. El regidor también tiene en mente la consignación de la remanentes de tesorería para otros proyectos en distintas zonas de la localidad.

El alcalde está convencido de que Marugán «tiene vida y salud» y afronta «optimista» estos meses para avanzar en la construcción de un futuro mejor para sus convecinos. De momento, parte de ser uno de los padrones de la provincia segoviana que puede presumir de haber sumado habitantes frente al fenómeno de la despoblación que asola al resto del territorio.

Marugán incorporó el año pasado 108 nuevos residentes, un aumento superior al 15% para superar la barrera de las 70 personas empadronadas. En su caso particular, la pandemia del coronavirus hizo que «el teletrabajo se extendiera y la gente se viniera a los pueblos», tal y como explicaba este incremento del vecindario la anterior alcaldesa. Días admitía que el movimiento de compraventa en el municipio había sido importante durante los últimos doce meses y hay gente «que ha venido para quedarse de forma definitiva».

Monterrubio, por su parte, también tiene en cuenta la vitalidad demográfica que supone la urbanización, «que ha crecido muchísimo». Sin embargo (y se apunta otro reto para este año de mandato) quedan puntos que todavía están en sombra tecnológica y a los que no ha llegado la fibra óptica, revela el alcalde, conocedor de que hay empresas interesadas en dotar de esta instalación a esas zonas que carecen de este tipo de conexión.