Secciones
Servicios
Destacamos
mónica rico
San Martín y Mudrián
Martes, 30 de enero 2018, 22:33
Ante un salón de plenos completamente lleno de vecinos y un secretario habilitado por la Diputación provincial, ante la baja médica de la secretaria titular, el Ayuntamiento de San Martín y Mudrián cambió ayer de alcalde. La moción de censura presentada por cuatro concejales ... con la hasta entonces alcaldesa, Josefa Calero, del Partido Popular, salió adelante y su relevo lo tomó Francisco Javier Arranz, quién hasta ahora había ocupado un cargo como edil en la Corporación, también por el Partido Popular. Entre el público, además de vecinos de todas las edades, se encontraban alcaldes y ex alcaldes de la comarca, como José Martín Sancho, ex alcalde de Chatún, Laura del Río, alcaldesa de Gomezserracín, y Dionisio García, alcalde de Chañe y diputado provincial.
El pleno comenzó con la constitución de la mesa de edad, en la que se excluyeron al candidato a la Alcaldía (Arranz) y a la todavía alcaldesa (Calero), por lo que ésta quedó formada por Jesús Olmos y José María Gómez. Seguidamente se pasó a la lectura de la moción de censura, en la que se señalaba que el funcionamiento del Ayuntamiento no era el más idóneo y apuntaban la existencia de un estancamiento en la vida municipal y los órganos de gobierno.
Los concejales que apoyaban la moción (el propio Arranz junto a Jesús Olmos, del PP y los ediles del Partido Castellano Alicia Arranz y Alejandro Plaza), mostraron su intención de continuar adelante con la misma, pues se mantienen las mismas condiciones que en el momento en el que ésta se presentó, por lo que se dio la palabra a los ediles para que expusieran sus motivos ante la decisión.
El entonces candidato a la alcaldía se remitió a los argumentos de la moción y destacó una «nefasta gestión económica» municipal, señalando que existen casi 60.000 euros en facturas sin pagar del ejercicio 2017. Arranz aseguró que principalmente la moción se presentaba sobre todo por «una cuestión de convivencia» y apuntaba cómo se ha dificultado el acceso a los servicios a los vecinos, la existencia de una pésima relación con los trabajadores del Ayuntamiento, denuncias por despidos improcedentes y acoso y la ocultación de información a los concejales, además de obstaculizar su labor como ediles en los plenos. Arranz recordó que la de San Martín y Mudrián «es una comunidad pequeña, donde todos nos conocemos», por lo que invitó a los vecinos a reflexionar sobre lo ocurrido y a trabajar todos juntos por el bien del pueblo.
Seguidamente tomó la palabra quien hasta ese momento había ostentado el cargo de alcaldesa, que aseguró que había sido un «honor y un orgullo» haber contribuido a mejorar la localidad a través de su gestión pública «que sólo ha consistido en velar porque se cumpla el interés general y que el dinero de los impuestos revierta en los servicios que estamos obligados a dar», afirmó. Respecto al ‘estancamiento’ de la vida municipal que apuntaban los firmantes de la moción, Calero recordó que en esta «corta» legislatura se habían invertido unos 200.000 euros en Mudrián y 25.000 en San Martín, aunque criticó que «todo ello regado con muchos festejos». Sobre la ‘alteración de la paz social, la falta de respeto a la democracia ya los espacios de encuentro’, la regidora recordaba los actos vandálicos y los insultos que había recibido como alcaldesa y apuntaba a sus contrarios que para ellos la alteración de la paz social tenía otro significado, apuntado «que no se les conceden todo tipo de subvenciones para su interés particular y el de sus votantes, olvidándose del interés general», y recordaba que en cada uno de los municipios existen más de ocho calles sin asfaltar. También acusaba a la oposición de privar a los vecinos del uso del salón de San Martín y de conseguir subvenciones para viajar por Europa, a lo que buena parte del público respondía con abucheos y gritos de «mentira». Calero recordó que hace siete años, cuando fue elegida concejala por las urnas, se encontró con un edificio oscuro y cerrado a los vecinos y ciudadanos y que hoy ha cambiado bastante, y que «los vecinos y ciudadanos han visto que hay otra forma de gobernar, que tienen derechos y que la transparencia ha venido para quedarse entre nosotros». Acusó a los ediles del Partido Castellano de primero pedir el voto a los vecinos «para cargarse al PP» y después «hasta en una ocasión me han pedido que les apoyara en una moción, y otra que gobernara con ustedes, ya que los concejales del PP se saltaban la disciplina de partido».
Aseguró irse «aliviada y ligera de equipaje» y añadió que nunca buscó entrar en política, sino que fueron los dirigentes políticos de Mudrián los que se acercaron a ella. Asumió su papel en la oposición, que llevará «con orgullo y honor» y señaló a los ahora gobernantes que estará vigilante, aunque aseguró que no realizará una oposición destructiva y contarán con su voto a favor del interés general. Entre interrupciones por abucheos o comentarios del público, concluyó anunciando que ayer mismo entregaría en el juzgado el correspondiente recurso para impugnar la moción de censura.
Por último tomó la palabra el concejal del PCAS Alejandro Plaza para mostrar su rechazo a la forma de gobernar de Calero y destacando su capacidad de diálogo nula y cómo ha gobernado de forma «personalista». Igualmente rechazó su gestión económica, con gastos a su juicio innecesarios y citando unos 50.000 euros de facturas sin pagar del año 2017. Así apuntó el «descontento e incluso hartazgo» por muchas de las medidas tomadas y la forma de llevarlas a cabo y mostró su deseo de que la moción de censura suponga un cambio en la forma de gobernar y llevar el Ayuntamiento.
Al no existir grupos políticos constituidos en el Ayuntamiento, todos los miembros del Pleno se tomaron como no adscritos, por lo que según el artículo 197 de la Ley de Régimen Electoral General, se fueron nombrando uno a uno a los ediles quienes manifestaron si aprobaban o no la moción. Como estaba previsto, los cuatro firmantes de la moción fueron mayoría para que ésta quedara aprobada, por lo que el nuevo alcalde de Mudrián ya es el propuesto como candidato Francisco Javier Arranz, quién en la misma sesión tomó posesión y juró el cargo. La decisión fue recibida entre aplausos por el público que llenó el salón.
En poco más de media hora, el rumbo de San Martín y Mudrián puede haber cambiado de dirección, al menos así ha sido en la Alcaldía. Unos minutos después, la tensión entre vecinos partidarios y detractores de la hasta ahora alcaldesa aún era palpable y en la plaza incluso llegaron a cruzarse algunos insultos. Una vecina aseguraba que Calero «para mí era la mejor que había, pero ha hecho mucho daño», mientras otra le cuestionaba a quién.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.