María Domecq recibe el premio a la mejor ganadería de los encierros de Cuéllar

Un mes después, en las fiestas de San Miguel en la localidad, la Asociación entregó el premio a María Domecq, titular de la ganadería, quien no dudó en mostrar su satisfacción y alegría por esta distinción, «muy difícil de conseguir», gracias a la cual «ya somos parte de la historia de los encierros de Cuéllar», aseguró orgullosa. El acto lo presentó el periodista Pablo Quevedo. Recordó a los asistentes, que llenaron el palacio de Pedro I, que el galardón ha adquirido a lo largo de veinte años un enorme prestigio en el ámbito de los festejos taurinos populares y tradicionales que se celebra n anualmente en España, Portugal, Francia y el continente americano.

Quevedo apuntó que tanto instituciones públicas como colectivos taurinos, ganaderos, corredores y aficionados en general «saben de la importancia de este premio, que cualquier ganadería de postín quiere tener en sus vitrinas, junto a otros trofeos obtenidos en plazas, ferias y festejos de primera categoría». El orgullo de recibir este premio es mayor si cabe,añadió, al conocerse que por primera vez el jurado formado por corredores, caballistas, representantes de las peñas y asociaciones taurinas, así como de medios de comunicación «adoptó su veredicto de manera unánime y sin ningún tipo de duda ni objeción», lo que para el periodista «no es para menos», pues el encierro de las reses de Lagunajanada «fue todo un espectáculo de principio a fin». Según Quevedo, «todo el encierro resultó mágico para los miles de personas que tuvieron la oportunidad de verlo, desde la salida de los corrales en el puente segoviano, el traslado por el pinar y el campo, una entrada espectacular en la villa, con la conjunción de caballos y toros y con una carrera en las calles cuellaranas de la que disfrutaron como nunca los corredores delante de unos toros imponentes de presencia, casta, bravura y fuerza durante todo el recorrido urbano».

Después, la ganadera realizó una valoración «muy buena» del comportamiento de sus toros en el encierro del 29 de agosto, porque los astados fueron «con mucha nobleza, se han movido mucho, ninguno se ha embrocado…». Afirmó María Domecq que en el pinar se puede ver cómo los caballistas iban protegiendo el ganado lo que «me ha causado una sensación magnífica», y apuntó que en su finca se sigue trabajando con el caballo «como se ha hecho toda la vida».

María Domecq, que lleva tres años asistiendo a los encierros de Cuéllar. «Cada día me gustan más», dijo, y destacó que al toro le beneficia el encierro antes de la lidia. «Al ser el día mismo de la corrida es un calentamiento que tienen antes», y aseguró que en las tres corridas de la ganadería en la villa «a los toros les ha sentado divinamente el encierro», con la conducción por el pinar como tramo más complicado.

Al acto también asistió su hijo Salvador de la Puerta Domecq, quien disfrutó del encierro por el campo del día 29, junto a la organización, y destacó que para él fue «impresionante ese contraste del toro desarrollando mucha nobleza en el campo, rodeado de caballos, y luego demostrando bravura en la calle. Me ha emocionado el que los toros hayan abierto la carrera con tanta fuerza», afirmó asegurando sentirse muy alegre por el reconocimiento.

El trofeo, una escultura de hierro obra del artista cuellarano Alfonso Rey, en la que se trata de representar la esencia y el significado de los encierros de Cuéllar, fue entregado por parte del presidente de la Asociación, Jesús Salamanca.