Una marcha para agradecer y visibilizar

Gorras blancas inundaron este domingo por la mañana el centro de Segovia con motivo de la marcha de Apadefim. Era la indumentaria 'oficial' para identificar y distinguir a los participantes en una cita ya tradicional en el calendario de la ciudad, aunque no era era el principal elemento diferenciador. Una vez más, las sonrisas en las caras de los integrantes de la Fundación Personas llamaban más la atención que cualquier gorra o camiseta. Siempre risueños, este domingo lo estaban aún más. No era para menos. La marcha, que se celebra siempre el primer domingo de octubre, es una de las citas más esperadas del año para ellos.

Tras 41 años, el objetivo de la marcha es el mismo que en la primera edición. «Es la única forma que tenemos, junto a la paella de verano, de tener visibilidad», afirma Maxi Viloria, presidente de la Fundación Personas en la provincia de Segovia. Y la visibilidad en una fundación privada, aunque sin ánimo de lucro, es muy importante. «Si no te ven, no existes», resalta Viloria. Por ello, salen cada primer domingo de octubre. Para recordar a quien se le olvide la existencia de la fundación y sus necesidades. «Últimamente todas las ayudas que llegan son para el sector público. Nosotros sobrevivimos a base de conseguir un poco de allí y otro poco de allá», cuenta Viloria.

Visibilizar es uno de los retos, pero no el único. También agradecer el apoyo que durante tanto tiempo ha dado la sociedad segoviana a la Fundación Personas. «Siempre hemos estado respaldados. El sentirse querido es algo muy bonito», asevera.

Con alrededor de 1.800 participantes en la marcha, el objetivo está cumplido. Pero aún quedan los retos del día a día. «Nuestro objetivo es el bienestar de las personas con discapacidad intelectual y el de sus familias», asegura Viloria. Desde mediados del siglo XX ha sido el mismo, al igual que sus necesidades. «Lo que ha cambiado son los medios y la ayuda que tenemos. Hemos avanzado mucho», celebra. Con 470 plazas en la provincia de Segovia, Viloria apuesta por mantener una atención individualizada. «Nos dedicamos a la persona, no al síndrome», concluye.

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