Luquero, sobre el plan del PP para los barrios: «Son pobres hasta imaginando»

No obstante, insistió en que quien gobierna «tiene la responsabilidad de hacerlo con los pies en el suelo». Por eso, considera que plan propuesto por el Partido Popular, en el que se incluyen acciones de pavimentación, saneamiento, renovación de redes y mejoras en la accesibilidad para los barrios es «una carta a los Reyes Magos» que la alcaldesa no se ha tomado en serio.

El objetivo del Ayuntamiento de Segovia es atender las necesidades de los ciudadanos a partir de los recursos disponibles y estableciendo una línea de actuaciones prioritarias, pero no «vendiendo la moto a los ciudadanos», aseveró la regidora segoviana. El único resquicio de que este plan tuviese alguna alternativa de ejecutarse sería que el Gobierno central permitiera a las entidades locales utilizar los remanentes, ya que el Ayuntamiento de la ciudad dispone de ocho millones de euros «paralizados en el banco».

En este sentido, recalcó que a no ser que el grupo popular y su portavoz, Raquel Fernández, tengan información privilegiada sobre esta decisión de su partido a nivel nacional, desconoce de dónde podrían proceder los doce millones de euros que proponen invertir en los barrios.

Por otra parte, Luquero pidió al PP que se centren en los proyectos que hay pendientes en la ciudad y que «no atiende» a pesar de que la pelota está en su tejado, como el Centro de Salud de Nueva Segovia o el Instituto de San Lorenzo. Además, lamentó que para un proyecto tan relevante como el de la reapertura del teatro Cervantes el Gobierno tan solo haya destinado una partida de 10.000 euros.

El grupo Socialista también tiene propuestas para la mejora de los barrios, según reconoció, aunque son ideas basadas en el conocimiento técnico y que tienen que ser debatidas con los miembros del Consejo de Participación Ciudadana y las asociaciones de vecinos.

Asimismo, insistió en que no se trata de una propuesta cerrada la que llevarán al consejo, sino fundamentada y teniendo en cuenta las necesidades reales de los barrios en función de los recursos disponibles. «No se puede jugar a los caramelitos que se deshacen en la boca y ya no hay más», sentenció.