Segovia

Luis Álvarez, Santiago Segura y José Mota compran el castillo de Pedraza

El castillo de Pedraza cambia así de manos casi un siglo después de su adquisición por parte del famoso pintor vasco Ignacio Zuloaga. Desde entonces la fortaleza ha sido propiedad de su familia, hasta que hace unos meses decidieron su venta tras el fallecimiento en 2021 de María Rosa Suárez Zuloaga, nieta y heredera del artista vasco. El precio de salida del inmueble era de 5 millones de euros, aunque no han trascendido las cantidades finales de la compra.

El castillo pasa ahora a ser propiedad de la empresa Teatropólis, la misma compañía propietaria en Madrid del Gran Teatro Príncipe Pío. La intención de los nuevos dueños pasa por la restauración de la fortaleza para su apertura total al público y vecinos y turistas puedan visitar todas las estancias de un inmueble que en su día fue residencia de Abderramán III o de reyes de Castilla.

Además de permitir las visitas al público, Luis Álvarez explica a El Confidencial que a través Teatropólis organizarán grandes eventos en distintas épocas del año aprovechando el entorno medieval del castillo y de Pedraza. En este sentido, también estará disponible para rodajes.

La adquisición del castillo por parte de la compañía de Álvarez, Segura u Mota incluye los 683 metros cuadrados construidos, otras edificaciones auxiliares y los terrenos colindantes, incluida la propia explanada del castillo donde se celebran distintas actividades como los conciertos de las velas los dos primeros sábados del mes de julio.

Se levantó en el siglo XIII, motivo por el cual está considerada una de las fortalezas medievales más antiguas de Europa. No obstante, cuenta con huellas romanas, visigodas y árabes bajo sus pilares. Su valor económico se ha incrementado con el paso del tiempo y actualmente cuenta con cinco habitaciones reformadas y cuatro baños. La fortaleza está rodeada por tres patios, que se articulan como demandados escenarios de bodas, congresos y multitud de conciertos, ya que su aforo global ronda los 3.000 asistentes de pie. La superficie del solar se aproxima a los 50.000 cuadrados.

Sus estancias, tanto interiores como exteriores, custodian una gran riqueza patrimonial. Tiene piscina, obras escultóricas, voluminosas lámparas, un amplio catálogo de tejidos y verdes enredaderas que contrastan con el color claro de sus vetustas piedras. Durante años ha acogido en una de sus torres el Museo Zuloaga, gestionado durante una década por la nieta del pintor vasco. Desde su fallecimiento en 2021, la incertidumbre ha rodeado el futuro de la fortaleza segoviana, que con casi 800 años de historia iniciará en los próximos meses una nueva etapa.