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La lucha contra el cáncer de mama bate récord en solidaridadLos soportales de la avenida del Acueducto se convirtieron este domingo en la mejor pista de atletismo para cientos de personas que apuraban los instantes previos al comienzo de la Carrera Popular y Marcha Solidaria Caja Rural para calentar. La expectación estuvo muy presente tanto dentro como fuera del itinerario marcado para la realización de las pruebas deportivas. Muestra de ello es que se batiese el récord de participación después de trece ediciones celebradas. Más de 2.600 inscritos asediaron las calles de Segovia durante toda la mañana por un buen motivo: recaudar fondos para la lucha contra el cáncer de mama.
No importó la edad ni la procedencia de los asistentes. El apoyo que brindaron los segovianos a esta iniciativa fue «masivo». Desde familias enteras hasta padres con carritos de bebé y pacientes que actualmente se encuentran en tratamiento médico por el cáncer de mama. Todos ellos decidieron sumarse a la marcha solidaria, cuya salida a las 10:30 horas anunció el comienzo de una jornada repleta de actividades solidarias.
Unos minutos después tuvo lugar la carrera competitiva en sus diferentes categorías, que este año estrenaba un nuevo recorrido, el cual discurrió por la ciudad —lo que obligó a restringir el tráfico en algunas vías principales de los barrios del centro de la capital— y no hasta el Real Sitio deSan Ildefonso como era habitual.
«Es un hito histórico», pronunció Beatriz Serrano, directora en Fundación Caja Rural de Segovia, entidad organizadora del evento deportivo. Nunca antes se habían unido tantos vecinos de la provincia para apoyar con pasos y zancadas a aquellas personas que en algún momento de su vida se han tenido que enfrentar a un diagnóstico de cáncer de mama. Una lamentable noticia que escuchan cuatro mujeres cada hora, según la estadística nacional.
Es por ello que cada vez más segovianos deciden vestir el rosa —muchos de ellos cubriendo su cabeza con pañuelos de este color— para concienciar sobre la enfermedad y la necesidad de dar un impulso a la investigación. «Enfrentar el cáncer de mama es enfrentar las inseguridades, las dificultades laborales, incertidumbre, falta de recursos, cicatrices emocionales, soledad, dolor...», subrayó la artista Raquel Bartolomé, madrina de la presente edición y diseñadora del cartel y las camisetas que vistieron los cientos de participantes.
Contra esta situación anunciada durante la lectura del manifiesto se rebelaron los inscritos, ya fuese en las categorías competitivas como en la marcha solidaria. Decidieron unir fuerzas en aras de aumentar la equidad frente al cáncer y humanizar la atención, objetivos perseguidos en esta ocasión la recaudación de fondos. «Necesitamos apoyo, pues queremos alcanzar el 70% de supervivencia de esta enfermedad en 2030», aseguró una voluntaria de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Segovia. Tan solo la entidad provincial ha destinado estos años alrededor de 98.000 euros a la investigación
Cientos de colaboradores aportaron su granito de arena en un intento de cumplir con el propósito, ya fuese al frente de los puestos de venta de artículos solidarios de AECC o en el reparto del almuerzo a los pies de la iglesia de San Millán. No faltó la música. Las anécdotas también fueron protagonistas, las cuales permitirán hacer más amena la espera para la próxima edición.
La localidad de Cuéllar se tiñó este fin de semana de color rosa. Decenas de vecinos en el municipio y otros puntos de la comarca participaron en una concentración dirigida a crear conciencia sobre el cáncer de mama. La plaza Mayor, que estuvo presidida por un gran lazo rosa, fue escenario de la lectura de escritos y poesías que llamaban a la sensibilización y al reconocimiento de los desafíos a los que se enfrentan quienes que son diagnosticadas de esta enfermedad, así como sus familiares.
El grupo de voluntarias insistió en el dolor emocional y físico que acompañan a la enfermedad, de ahí que apuesten por dar apoyo y comprensión a aquellas personas que atraviesan el proceso. Los asistentes homenajearon a las que no pudieron superar el cáncer, pero también celebraron a las supervivientes. Por ello, consideraron la investigación y el compromiso de los profesionales como aspectos «vitales para avanzar en el diagnóstico y tratamiento». Los vecinos aprovecharon la ocasión para recordar a Mimi, la joven fallecida esta semana víctima de violencia de género. «La lucha no es solo contra el cáncer, sino también contra la violencia de género», expresaron.
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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