Las luces y sombras de la conectividad en el medio rural

En febrero de 2020, la Diputación prometió extender la fibra óptica a 179 poblaciones con el fin de llevar una buena conexión a entre el 77% y el 80% de los segovianos y planteaba que 224 entidades (el 58% de las que conforman la provincia excluyendo la capital) alcanzasen a finales de este 2021 velocidades de conexión superiores a 30 MBps de la mano de Telefónica. Según un informe realizado recientemente por la Diputación para tomar el pulso a la provincia, de las 388 entidades de población son 191 las que actualmente cuentan con una conexión superior a 30 MBps. Esta cifra engloba a prácticamente la mitad de los municipios y abarca, sin embargo, a casi el 90% de la población de las áreas rurales.

Jaime Pérez, diputado delegado del Servicio de Recursos Humanos y Gobierno Interior, explica que la conectividad es «buena» (conexión a Internet por encima de los 100MBps) en 16 entidades de población, lo que equivale al 4% de los municipios y engloba al 53% de la población rural, y «mala» (menos de 30MBps) en 181 entidades que conforman el 47% de los municipios y donde vive un 10% de los habitantes. En medio, se sitúan los vecinos de 191 entidades poblacionales que cuentan con una conexión «regular» (entre los 30MBps y los 100MBps) y que suponen el 37% de la población rural.

Sin embargo, Pérez insiste en que las telecomunicaciones no son competencia de la Diputación sino del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, organismo que comenzará esta semana los trámites para poner en marcha el plan que hará llegar la banda ancha al 100% de las zonas de la provincia. La única forma que tiene la Diputación de participar en estos proyectos es a través de un protocolo firmado con la Junta de Castilla y León para que cuente con financiación de la administración provincial, que este año asciende, según Pérez, a 160.000 euros, una cantidad que prevé que se repita en los próximos dos años y que se suma a los más de 4 millones que tiene presupuestados la Junta.

A pesar de que no es la Diputación la que puede adjudicar este servicio a las empresas de telefonía («no está en nuestra mano»), Pérez admite que como diputado está en contacto con los alcaldes de toda la provincia y asegura que está previsto que se extienda la cobertura de banda ancha en toda la provincia en 2025.

Estos pueblos que cuentan con más dificultades de conectividad no están situados en zonas concretas sino que, como declara Pérez, «están repartidos» a lo largo de todo el territorio. Con poca conexión a internet, por ejemplo, quedan municipios por toda la provincia, como Donhierro y Martín muñoz de las posadas (al oeste, lindando con Ávila), Navares de medio y Navares de las cuevas (al norte) o algunos cercanos a Ayllón o Riaza (noreste).

En cobertura móvil pasa lo mismo: están distribuidos y no hay una zona que se vea especialmente perjudicada. Pueblos pequeños como Pajares de Pedraza, Santibañez de Ayllón, Castrillo de Sepúlveda o Monterrubio tienen una cobertura de telefonía deficiente, pero también sufren este problema ciertos municipios en los alrededores de Sepúlveda, la localidad de Melque de Cercos o pueblos más grandes como Chañe, con unos 700 habitantes. Empleados municipales de este último califican la conectividad como «muy mala» y admiten que reciben quejas frecuentes por parte de los vecinos. Además, lamentan que hace tiempo la operadora Vodafone estuvo realizando obras para poner un repetidor en el pueblo pero «a los cinco o seis años desestimó el proyecto» por razones que todavía hoy desconocen.

Un caso que llama la atención es el de Laguna Rodrigo, uno de los núcleos de población pertenecientes a Santa María la Real de Nieva. Jaime Pérez relata que la carretera que sale hacia Santovenia desde esta localidad pasa por Ochando, Hoyuelos, Jemenuño y Laguna Rodrigo, y este último pueblo, que además se sitúa en medio del resto, es el único que no cuenta con fibra óptica.

La explicación a la falta de cobertura es normalmente la orografía, según Pérez, aunque también tiene que ver con las propuestas que hacen las compañías de telefonía móvil. «Hay pueblos muy pequeños que entran en los planes y hay otros que no», apunta el diputado. Caballar, por ejemplo, reúne ambas condiciones. Con una población de unos 85 habitantes, está «entre los peores» en cobertura de telefonía móvil e incluso tiene problemas para que la Televisión Digital Terrestre (TDT) llegue a todo el municipio. Pérez asegura que es una de las entidades de población que suele quedar fuera de los planes de banda ancha que elaboran las compañías telefónicas.

La alcaldesa de Caballar, Susana Gómez, conoce bien esta situación. Alega que la conexión a la red móvil «es un bien de primera necesidad» dado que «se necesita para todo». Y para evidenciar los obstáculos del día a día, pone un ejemplo con un acto tan cotidiano como hacer gestiones vía online. «Aquí en el Ayuntamiento, tenemos dificultades en el momento en que te tiene que llegar un mensaje de confirmación o cualquier cosa y no tienes cobertura», sostiene.

En cuanto a la TDT, asevera que al ser Caballar un pueblo muy alargado hay algunas zonas que sí pueden conectarse a Navafría, «pero a otras partes, como hay una montaña, no llega la conexión». «Hay una gran desigualdad, porque depende de dónde esté ubicada tu vivienda tienes ese problema o no», relata. Pérez apunta que la Diputación está estudiando instalar antenas parabólicas o repetidores en la zona, algo que ciertos vecinos ya han implantado por su cuenta. Pero el inconveniente es que «solo sirve para un televisor», explica Gómez.

«La televisión es importante sobre todo para la gente mayor, pero la telefonía ya es importante para todos, porque vivimos en una sociedad en la que siempre vamos con el móvil», declara. La alcaldesa traslada el malestar a las administraciones y, aunque reconoce que «no es un tema fácil», destaca que es un problema que la Diputación sabe desde hace tiempo. «No les es rentable. No digo que no se vaya a llegar a resolver, pero de momento no tenemos una solución sobre la mesa».

La Asociación para el Desarrollo Rural Segovia Sur, que trabaja por la promoción de 50 municipios de la Sierra de Guadarrama en su vertiente norte, estima que en torno a la mitad de las entidades de población de esta zona tiene una cobertura «muy baja o, incluso, nula». Así lo explica María José Gil, gerente de esta asociación que, no obstante, admite que «los pueblos que están alrededor de la N-110 ya van solventando estos problemas porque la fibra está ahí». Asimismo, valora positivamente que Cabañas de Polendos, Arcones, Torrebal de San Pedro u Otero de Herreros estén reduciendo sus «zonas de sombra».

Esta agrupación, conformada por asociaciones culturales, sindicatos, ayuntamientos, empresas y mancomunidades de municipios, reivindica «constantemente» a las administraciones que se resuelva esta situación, independientemente del tamaño del núcleo de población. «Hoy en día la conectividad es casi tan importante como beber agua para mantener la población del medio. Es una cosa tan básica que no podemos permitirnos el lujo de no tener conectividad. Es fundamental para todo, para cualquier tipo de gestión», subraya Gil.

«Es un poco contradictorio que si estamos diciendo que queremos que venga gente a los pueblos a vivir, a trabajar, a permanecer, no tengamos este tema resuelto». Cree que el teletrabajo intensificado por la pandemia es una «oportunidad» para que la gente pueda regresar a los pueblos: «La gente ya ha visto que puede compatibilizar calidad de vida con teletrabajo y ha habido un cierto retorno». Pero insiste que el asunto se lleva demandando «muchísimo tiempo». Las esperanzas ahora están puestas en que, con la ayuda de los fondos europeos de recuperación, se digitalice la provincia y que para 2023 estén cubiertas todas las zonas, incluidas las que aún hoy siguen aisladas.