Borrar
El segoviano Francisco Ceballos muestra el cartel con el número premiado que vendió en su administración en Madrid. El Norte
Segovia: El lotero que cambió su vida para hacer millonarios

El segoviano que cambió su vida para hacer millonarios

Francisco Ceballos sustituyó la informática por la lotería y en el pasado Sorteo de Navidad repartió 10,8 millones de euros de un quinto premio íntegro

Sábado, 7 de enero 2023, 08:27

Los niños de San Ildefonso ya habían cantado los premios mayores el pasado 22 de diciembre. El Gordo, el segundo... ya tenían destino. Hasta entonces, Francisco Ceballos había estado atento a ver si había vendido alguno de los números más agraciados, de esos que te hacen descorchar el champán y no desprender el teléfono del oído. Pero hasta entonces nada de enjundia millonaria. Sobre las doce y media del mediodía -relata el gerente de la administración 494 de Madrid- «desconecté algo del sorteo». Pero a esa hora, el móvil de este segoviano umbilicalmente vinculado al barrio incorporado de Zamarramala, comenzó a sonar. «Me llamaba la Cope, me decían que había dado un quinto premio de Navidad íntegro», cuenta Ceballos. La incredulidad le llevó a pensar que era una broma, reconoce.

-«¿Es en directo esto?», les preguntó.

«No, pero en treinta segundos están en el aire, te vamos a meter en antena», le contestaron al otro lado.

Fue en ese instante cuando se dio cuenta de que no era una chanza, sino que su administración situada en el Hipercor del Campo de las Naciones, en el distrito de Hortaleza, había vendido todos y cada uno de los 1.800 décimos de las 180 series del número 79.138. No lo va a olvidar nunca. Y es que 10,8 millones de euros repartidos, cuando además es el debut profesional en una administración, con 52 años cumplidos y tras «cambiar radicalmente mi vida» son demasiadas emociones concentradas que explotaron en segundos. Dos semanas después siguen los ecos de la alegría y la agitación desencadenados el 22 de diciembre.

Poco después, los micrófonos, las cámaras, periodistas, curiosos y clientes se agolparon en el despacho de Francisco Ceballos para inmortalizar otra postal clásica del sorteo de la Navidad como es la del lotero con el diploma acreditativo del premio, rodeado de gente exultante. «He pasado a vivir todos esos sentimientos desde dentro, antes tenía la ilusión por recibir el premio y ahora la tengo por poder haberlo facilitado».

La alineación de circunstancias todavía es mayor, lo que carga aún más de felicidad el relato del segoviano. «Vendí los dos últimos décimos la noche anterior». A las nueve y media de la noche, un afortunado sin saberlo entonces adquirió el boleto que quedaba en ventanilla.

Confiesa que él no lo llevaba. Aunque Ceballos es un novato en la gerencia de una administración de lotería, sabe que «es muy difícil que tengas las 180 series de un número y vendas todos los décimos». Lo habitual es devolver alguno. Si además de agotar el papel, ese número resulta premiado, «la alegría es completa».

«He pasado a vivir todos esos sentimientos desde dentro, antes tenía la ilusión de recibir un premio y ahora la tengo por poder haberlo facilitado»

Francisco Ceballos

Lotero segoviano en Madrid

«¿Sabes de esas cosas que se piensan cuando tienes 45 años, cuando te preguntas dónde te ves si tuvieras que cambiar de vida? Pues yo siempre me veía en una administración de lotería». El segoviano cuenta así cómo un día, casi de improvisto, decidió dar un volantazo vital. Llevaba trabajando los últimos quince años en una multinacional importante española. «Me dedicaba a sistemas de informática». Ese ha sido desempeño laboral durante un cuarto de siglo, «siempre enfocado en ello». Pero aquella pregunta hipotética la contestó este segoviano cuando el año pasado tomó las riendas de la administración de lotería 494 de Madrid, en el Campo de las Naciones.

«Con 52 años fue un cambio extremo. Mis compañeros de trabajo y mi familia flipaban», recuerda el momento en el que puso punto y aparte a una etapa y empezó a escribir una nueva, que ya le ha dado la satisfacción de vender los 10,8 millones de euros íntegros de un quinto premio del Sorteo de Navidad.

Se siente segoviano de pura cepa, de cuna. Su madre, de la capital; su padre, de Zamarramala, adonde siguen acudiendo cuando pueden a reunirse en una casa familiar. Sus progenitores de fueron a Madrid cuando eran unos niños, pero nunca cortaron sus lazos con la tierra castellana, a la que regresaban cada fin de semana, recuerda. «Cada vez que puedo voy», afirma Francisco Ceballos.

«¿Sabes cuando tienes 45 años y te preguntas dónde te ves si tuvieras que cambiar de vida? Yo me veía siempre en una administración de lotería»

francisco ceballos

Lotero segoviano en Madrid

Desde que los niños de San Ildefonso entonaron ese afortunado 79.138, está siendo «una locura». Para el Sorteo del Niño de este Día de Reyes ya ha notado un aumento en las ventas. Los buscadores de la suerte llaman a las puertas donde presumen que la pueden encontrar, deja entrever el gerente de la administración, que calcula que ha facturado entre un 20% y un 25% más para la tradicional cita con los bombos de este 6 de enero. «Yo no recibo nada por dar un premio; pero la administración gana prestigio», subraya la importancia que tiene para el negocio esos casi once millones de euros repartidos.

La resaca del 22 de diciembre continúa también porque el lotero sigue atendiendo llamadas, correos electrónicos y visitas 'in situ' «de casi toda España». Hay ganadores del quinto premio por prácticamente toda la geografía. Ceballos explica el por qué. Cerca del despacho están las oficinas centrales Viajes Nautalia, compañía integrada en el grupo Wamos, uno de los tres punteros en el sector turístico nacional. Escogieron un número, el 79.138.

Millones viajeros

Muchos empleados lo compraron en ventanilla, pero también se distribuyó por venta telemática a otros compañeros en otras sedes de toda España, revela Ceballos, cuya administración ha custodiado esos boletos de agraciados a distancia.

Muchos ya han peregrinado al Campo de las Naciones a recogerlo y felicitarse y abrazarse con el vendedor. Y es que, al ser un premio superior a 2.000 euros, hay que pasar por la ventanilla del lugar donde se expidió. Afortunados manchegos, canarios o de Castilla y León, donde Nautalia también tiene su red de oficinas, ya han pasado por el despacho del segoviano. Tratan de hacer hueco a un día libre en sus calendarios para ir a Madrid y visitar al lotero que les regaló la suerte.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla El segoviano que cambió su vida para hacer millonarios