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Cozuelos de Fuentidueña fue uno de los últimos municipios del territorio nacional en recuperar la autonomía en la gestión. Lo hizo en 1982, después de ser anexionado a Fuentesaúco de Fuentidueña trece años atrás. La decisión no fue aceptada por la población. «Los vecinos no ... estaban de acuerdo y se manifestaron», relata el alcalde de la localidad que a día de hoy supera el centenar de habitantes, Vicente Bayón.
«Lo primero que conseguimos fue la concesión de Entidad Local Menor y luego logramos la segregación a base de pelear», asevera. La pérdida de independencia del municipio desató una gran polémica en el conjunto provincial. A diferencia de otras localidades en las que estos sucesos históricos han quedado en el olvido, «aquí es algo que conocemos todos». Las protestas vecinales no cesaron durante un largo periodo e incluso la Guardia Civil llegó a interceder para apaciguar la situación.
El regidor reconoce que «nunca ha habido enemistades con el pueblo de al lado». De hecho, «nos llevamos bastante bien con los vecinos de Fuentesaúco». Pero Cozuelos de Fuentidueña quería gestionar sus propios recursos, así como administrarlos, y también perseguía mantener sus costumbres e identidad.
«Era lo básico, simplemente queríamos seguir siendo un pueblo», insiste Bayón. La vuelta a la normalidad fue relativamente rápida, lo que agradece. «Menos mal que se pudo resolver, pues hoy en día seguramente no hubiera sido posible», concluye.
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