Agentes medioambientales de la comarca de Navafría recogieron el domingo en el Ayuntamiento de Matabuena una cría de corzo que había sido depositada allí por unos ciclistas que bajaban de la sierra de Guadarrama. La vieron sola, les pareció que estaba perdida, la metieron en ... la mochila y la llevaron al pueblo. La recomendación de los profesionales es dejar al corcino en el lugar donde esté porque la madre suele encontrarse cerca y lo amamanta cada poco tiempo pese a que lo deja solo para evitar que los depredadores lo vean y lo huelan, pues es un recién nacido y aún no sabe correr.
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Con el comienzo de la temporada de nacimientos de corcinos, en el mes de mayo, senderistas y visitantes suelen recoger ejemplares recién nacidos. Confundidos por el comportamiento de la cría, ocasionan todos los años por desconocimiento un gran número de pérdidas en la nueva generación de corzos. Estos animales, al nacer con apenas dos kilogramos de peso, no están preparados para seguir a la madre, ni para huir de los depredadores. Su mejor defensa es permanecer inmóviles entre la vegetación, pasando desapercibidos, en una estrategia adquirida durante miles de años basada en el mimetismo, que es frecuente también en otras especies de cérvidos y de bóvidos. Este comportamiento se complementa con un pelaje moteado con una librea con dos líneas de manchas de color blanco en el dorso que los corcinos muestran durante su primer mes de vida, informan fuentes de la Delegación Territorial de la Junta en Segovia.
La madre, de manera discreta, los vigila y controla acercándose a ellos lo imprescindible para amamantarlos y limpiarlos escrupulosamente, de manera que no emitan ningún tipo de olor. De hecho, cuando se toca un corcino y se impregna de un olor extraño, parte de su estrategia antipredatoria se desmorona, siendo fácilmente detectable por depredadores oportunistas como el zorro. Paradójicamente, este comportamiento de supervivencia ocasiona gran número de bajas en la población, al ser malinterpretado como una situación de abandono o de enfermedad.
Por ello, la Asociación del Corzo Español, (ACE), ha iniciado la XIV Campaña Corcino, proyecto que comenzó en 2004 con un público objetivo que abarca administraciones, personas que viven en el campo, cazadores, montañeros y centros de visitantes de parajes naturales. La campaña tiene el lema «Si te lo llevas, morirá», y su objetivo es informar de que los corcinos no pueden recogerse, aunque parezcan abandonados. Si alguien se encuentra con uno, no lo debe recoger, ni tocar y ni debe permanecer en la zona porque la madre puede rehusar el olor y atraer a depredadores.
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