«Estamos al límite, al borde de la actividad con el aumento de trabajo»

Gómez sita pequeños logros en el intento de «equilibrar» el reparto de asignaciones públicas. Por ejemplo, la implicación de la Diputación, sobre todo a través del ciclo '921 Distrito Musical', que abre vías de acercamiento de las artes escénicas a puntos de la provincia que no hubieran tenido la oportunidad de disfrutar de estas propuestas. Sin embargo, reconoce que el patrocinio privado se resiste. «Es una asignatura por resolver», incide la coordinadora, quien por otro lado también llama la atención sobre el «logro» de haber conseguido rebajar la dependencia de financiación del Ayuntamiento de la ciudad, que «antes era del 96% y que ahora cubre el 60%» del presupuesto diseñado para esta anualidad.

«La fundación está para la despolitización de la cultura, algo que se logra mediante a través de proyectos en el que entran diferentes instituciones», subraya Noelia Gómez uno de los motivos de ser la institución. En ese ánimo está también la gestión mediante «recursos humanos especializados». En este sentido, aboga por consolidar iniciativas «a largo plazo, que vayan más allá de los mandatos» políticos en las administraciones. La coordinadora reivindica aquí el Museg, ejemplo para ella de «festivales prestigiosos que se reinventan más allá de quien gobierne».

Sin embargo, una cosa es lo que se quiere y otra muy diferente lo que se puede. La responsable de la Fundación Juan de Borbón reconoce que «no da tiempo» para desarrollar todo lo que impone la gestión de la entidad. Y menos cuando son solo dos personas en plantilla: la propia Gómez y otro empleado, además de un contable por horas.

«El trabajo aumenta y estamos al borde, al límite de actividad», hace ver así la coordinadora de la Juan de Borbón el sacrificio de la exigua plantilla que se encarga de que la fundación funcione.