Una empleada de la Casa de la Lectura coloca libros en los estantes. Antonio de Torre

El libro resiste en Segovia el empuje digital

La pandemia impulsó la afición por la lectura de los segovianos, que hacen cada vez más uso de las bibliotecas

NACHO MÁRQUEZ

Segovia

Domingo, 29 de enero 2023, 12:09

El mundo tradicional no es aliado del siglo XXI. Las nuevas tecnologías han nacido para sustituir el modo de vida que se lleva practicando desde el principio de la historia. En la actualidad la mayor parte de la población lleva un 'smartphone' en su bolsillo, ... un teléfono que realiza otras muchas funciones que hace décadas parecían inamovibles.

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El mapa, la brújula, el reloj, la cámara, la calculadora o la grabadora de voz son solo algunos de los objetos que el móvil ha relegado. También ha dejado en un segundo plano al envío de cartas, las enciclopedias, las gestiones bancarias, nuevas formas de informarse e incluso la manera de socializar y encontrar pareja. Aun así, hay un objeto que se le resiste. Aunque tuvo su intento de hacerlo desaparecer a través del 'E-book', el poder del tacto en papel que posee el libro ha sido superior. «La gente cada vez es más lectora, hemos detectado un aumento en la demanda de libros, sobre todo de lo más novedoso», explican Beatriz Canabal y Pilar Castelao, auxiliares en la Casa de la Lectura. El centro ubicado en la Calle Real es la Biblioteca Municipal de Segovia y cuenta con asesoramiento bibliográfico, préstamo a domicilio y un gran espacio de salas de lectura y estudio.

«En nuestra biblioteca no para de aumentar el número de usuarios, que en su mayor parte procede de zonas cercanas. También vienen de barrios más alejados e incluso de algunos pueblos. Hemos aumentado el número de usuarios infantiles gracias a la colaboración que tenemos con los colegios. Estamos intentando desde el primer día darnos a conocer porque creemos que merecemos mucho la pena», explican. «Cuando un usuario tiene alguna dificultad, nuestro trabajo es intentar resolvérselo a través del servicio de referencia. Muchos se acercan a nosotras pidiendo consejo sobre algún tipo de lectura que les sea afín».

Uno de los pasillos de la Biblioteca Pública de Segovia. Antonio de Torre

Según datos públicos de la consultoría internacional PwC, el 80% de los libros adquiridos en 2022 fue comprado en formato papel frente al 20% en soporte digital. El estudio concluye que mientras soportes físicos como la música han caído en un 14%, la venta del libro en papel crece a un ritmo del 1% cada año.

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«Si lo cuantificamos en términos absolutos, el número de usuarios de la biblioteca de Cuéllar siempre ha estado en constante crecimiento. Prácticamente a diario se dan de alta nuevos carnés. En términos relativos, se podría decir que en los últimos años nos mantenemos constantes e incluso en determinados periodos superamos nuestra media habitual, que suele ser de más de un millar de usuarios al mes», explican Álvaro Martín y Teresa Boal, auxiliares de la Biblioteca Municipal Cronista Herrera de Cuéllar.

La villa cuenta con este recurso diariamente. La biblioteca posee más de cien puestos de consulta, incluidos revistas y periódicos y hasta ocho ordenadores de uso público. Tanto Álvaro Martín como Teresa Boal trabajan continuamente en el lugar y reconocen la alta afluencia del centro: «Desconocemos las estadísticas actuales sobre hábitos lectores. En términos generales no sabemos si ahora se lee más o menos que antes. Lo único que podemos decir es que la biblioteca municipal es uno de los servicios del Ayuntamiento que más se usa. Contamos con un horario de apertura de doce horas diarias ininterrumpidas de lunes a viernes y cuatro horas los sábados por la mañana. Prácticamente, equiparable a las Bibliotecas Públicas del Estado en las capitales de provincia. Esto supone que prácticamente en todas las franjas horarias acudan usuarios y, por lo tanto, un mayor uso del servicio. Es una regla simple: aumentas la oferta, luego, crece la demanda».

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En la Biblioteca Pública de Segovia, ubicada en el barrio de Comunidad de Ciudad y Tierra, también perciben un aumento del número de usuarios. De hecho, sus responsables afirman que tras la pandemia ha crecido el interés de los segovianos por la lectura, una afición que esperan siga en aumento.

El confinamiento provocado por la pandemia fue una de las causas que ha empujado el aumento de la venta de libros durante los últimos años. La Federación de Gremios de Editores hacía público un informe sobre el Comercio Interior del Libro en España, en el que informaba que durante los meses de restricciones sanitarias las ventas habían aumentado un 2,6% durante 2020. En el 2021, ese incremento fue incluso mayor: un 5,4%, el mayor de los dos últimos decesnios.

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Un hombre coge un libro de la Casa de la Lectura. Antonio de Torre

Una tendencia que, sin embargo, no pudo ser aprovechada durante los primeros meses de la pandemia por las bibliotecas, lugares públicos compartidos y cerrados donde se mantuvieron las restricciones de aforo. De hecho, notaron un receso: «Obviamente ahora hay mucha más demanda que durante la pandemia, ya que el servicio de biblioteca durante ese período estuvo limitado. Se pasó por diferentes etapas: desde el cierre total de las instalaciones hasta una apertura progresiva, cumpliendo los límites de aforo, hasta llegar al aforo completo», explican Álvaro Martín y Teresa Boal.

La excepción fue la Casa de la Lectura: «Esta biblioteca fue la única en Castilla y León que permaneció abierta al usuario durante la pandemia sin cita previa, gracias a las actividades de extensión bibliotecaria notamos un aumento de la demanda.  Cuando lo más duro terminó, notamos un pequeño descenso debido a la recuperación de la libertad. En la actualidad hay un resurgimiento de la demanda», apuntan sus responsables.

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Las bibliotecas son lugares abiertos donde no es fácil determinar un único perfil de usuario. Su papel inclusivo hace que en un mismo espacio coincidan usuarios de todas las edades, sexos e incluso clases sociales.

Lo más leído

En cuanto a los géneros más leídos, tampoco observan una temática predominante: «Ahora se da una gran variedad editorial, aquí son muy variados, desde novela contemporánea, histórica, policiaca, de misterio, romántica... Aunque en los últimos meses se demandan bastante las novelas de misterio e intriga», señalan sobre la demanda en la biblioteca cuellarana.

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Esta característica también se repite en la Casa de la Lectura, donde no hay un género que destaque y «se lee un poco de todo». Novela romántica, histórica, policiaca, intriga, viajes, guías, ensayo y poesía. Todas las temáticas tienen su público. También la relacionada con la historia y las curiosidades de Segovia.

No obstante, el público adulto también se deja seducir por títulos premiados por la crítica, como las últimas novelas galardonadas en los Premios Planeta. 'Lejos de Luisiana' de Luz Gabás; 'Historia de mujeres casadas' de Cristina Campos y otras de autores consagrados como 'Las madres' de Carmen Mola, 'Todo Arde' de Juan Gómez-Jurado y 'Esperando al diluvio' de Dolores Redondo son algunos de los más demandados durante las últimas semanas en Segovia. En cuanto a títulos infantiles, destacan las sagas como 'El diario de Greg', 'Los Futbolísimos', 'Isadora Moon' o 'Las Ratitas'.

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Entre calaveras y Quijotes

Al ser la lectura una actividad que se realiza en silencio, la labor de los bibliotecarios puede llegar a parecer aburrida o incluso tediosa. Nada más lejos de la realidad. Las bibliotecas segovianas también son lugares de hechos insólitos para aquellos que trabajan en ellas, con historias que más parecen haber salido de la literatura almacenada en muchos de sus estantes.

«Una vez encontramos en una estantería entre dos libros, en la sección de Historia, un fragmento de un lienzo mutilado en el que estaba representada una calavera humana. El susto fue de categoría. Estuvimos una semana intentando encontrar de qué cuadro podría proceder», explican Beatriz Canabal y Pilar Castelao, de la Casa de la Lectura.

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No se quedan atrás en la biblioteca de Cuellar: «En ocasiones hay gente que viene a preguntar por libros que no están publicados. Eran libros que se habían anunciado, pero que al final el autor no los publicó. En una ocasión un usuario quería tomar en préstamo una edición muy voluminosa del Quijote, en formato de libro gigante, que se encuentra expuesta a la entrada», recuerdan.

Una de las anécdotas más recordadas en la Biblioteca Pública de Segovia es la llamada que una trabajadora tuvo que hacer a un un usuario para comunicarle que se había olvidado en casa la 'camisa', refiriéndose a que se había dejado la sobrecubierta que protege el libro. Pero la compañera no especificó más. Quien contestó la llamada fue la mujer del usuario: «¿Cómo se va a dejar una camisa en la biblioteca si está en la ducha?», respondió ante las risas de los trabajadores de la biblioteca.

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El amor por la literatura y las sorpresas habituales no son solo algunas de las razones por las que los bibliotecarios eligen su trabajo. «Lo que más valoramos y que más nos satisface es que las personas agradezcan con una sonrisa nuestro trabajo», explican los trabajadores de las bibliotecas segovianas mientras cuidan y miman libro, el único capaz de hacerle frente al teléfono móvil.

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