Segovia

La leña y el pellet encaran una campaña estable tras el récord de ventas de 2022

Fueron muchos los nuevos usuarios que optaron por la búsqueda de este tipo de calderas, pero también muchos los que, ante el miedo de un incremento de precios, comenzaron a realizar un gran acopio de leña y combustibles ya en el mes de agosto. La alta demanda y el aumento de los costes de los insumos llevaron a un importante aumento de precio, e incluso se llegaron a registrar algunos problemas de abastecimiento, con tiempos de espera más altos de lo habitual.

Esta situación ya no se ha dado este año, donde la campaña se ha normalizado, tanto en precios como en temporada, según apuntan algunas de las principales empresas del sector ubicadas en la provincia de Segovia, donde la madera y sus derivados son una fuente histórica de ingresos y de empleo.

De hecho, este año, en algunos casos, incluso la campaña ha llegado con algo de retraso. Desde Leñas Ricosán, industria situada en El Espinar y dedicada a la fabricación y venta de leña y derivados de la madera, su gerente, Roberto San Segundo asegura que, en su caso, ha empezado con dos meses de retraso, «pero muy fuerte». Así, desde mediados de octubre se trabaja «a pleno rendimiento, muy bien», cuando el año pasado en agosto los consumidores estaban ya acopiando. «Hubo un poco de susto por las subidas del gas», detalla,

Y es que es habitual que, cuando las temperaturas continúan siendo altas y los hogares cuentan aún con calor residual del verano, la campaña se retrase. Siempre hay precavidos, que realizan sus acopios entre agosto y septiembre, aunque también hay quienes que hasta que no llegan los primeros fríos y días sin sol no se animan a realizar las compras para el invierno. En ocasiones también porque aún cuentan con algo de leña o material almacenado de la temporada anterior y prefieren esperar a agotarlo y así llevar a cabo una renovación total.

Esto ocurre en los combustibles de la madera y también en sus derivados, según detalla Daniel González, responsable de una empresa ubicada en Samboal y que se dedica a la preparación y venta de astillas de pino, un material que se utiliza habitualmente para encender las estufas o chimeneas y cuyo mercado mayoritario se encuentra en ciudades como Madrid, pues en la provincia de Segovia lo más utilizado son las piñas.

En este mercado también se ha normalizado la venta, tras una temporada, la pasada, en la que «estuvo la cosa más revuelta» Asegura que aunque el precio también ha descendido algo, en general está alto, pues hay que repercutir multitud de costes que también han subido de forma notable. En su caso, la venta comenzó antes que en años anteriores, aunque se paró en el mes de octubre, debido a las buenas temperaturas. En este mes de noviembre, todo ha vuelto a su cauce y las ventas son las habituales de esta época del año.

Desde Ricosán, empresa que desde el Espinar distribuye a toda España leña y derivados, lo que más se vende en la provincia de Segovia es la leña de encina y el carbón mineral, algo que se puede extrapolar al resto del país. La industria trabaja tanto con grandes empresas, como con distribuidores o particulares, con dos líneas de negocio diferentes. En el caso de los particulares, la venta de leña se mantiene igual que en temporadas anteriores, aunque haya comenzado algo más tarde de lo habitual.

Ricosán vende en un año en torno a diez millones de kilos de leña, «y lo tenemos almacenado, que es lo más importante», por lo que el desabastecimiento no se encuentra dentro de sus márgenes. La madera procede de cortas de distintas provincias del centro del país, aunque principalmente de las Comunidades de Madrid y Extremadura, según detalla San Segundo.

Además de leña de encina, olivo y fresno, carbón vegetal y mineral y otros derivados, en Ricosán también fabrican briquetas y pellets, cuyos precios también ascendieron el año pasado. En esta temporada, la venta de briquetas se mantiene como en ocasiones anteriores, si bien, el del pellet ha descendido la venta.

San Segundo detalla que son muchos los que han optado por retirar sus calderas, debido al aumento de precios que hubo la pasada temporada, cuando «pasó un saco de valer 5,50 a 9 euros, por lo que mucha gente se ha desengañado y tira de leña o de otros recursos». Y es que la leña, este año se mantiene estable, con un precio de 240 euros la tonelada, si bien, a partir de la primavera los precios del pellet también se fueron estabilizando.

Según AVEBIOM, la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa, el saco de 15 kilos de pellets situó su precio en torno a los 6,3 euros en el segundo trimestre de este año, cuando en el primero había alcanzado los siete euros, si bien en la actualidad en el mercado se puede encontrar en estos momentos por debajo de los seis euros. Aún teniendo en cuenta la subida que experimentó el combustible durante el otoño y el invierno pasado, calentarse con pellets o astilla de madera resultó en torno a un 40% más barato que hacerlo con gas.

Es por ello que la leña sigue siendo la principal fuente de calor en muchos hogares de la provincia, principalmente en el medio rural, aunque en las ciudades en los últimos años se ha optado mucho por los pellets, un mercado que también estuvo convulso durante el año pasado, y que en esta campaña «se ha estabilizado y se ha tranquilizado mucho, ahora estamos en niveles normales», según afirma María José Tapia, CEO de Naturpellet, industria dedicada a la elaboración y venta de pellets ubicada en Sanchonuño.

En su caso, el pico de venta comienza a notarse habitualmente a finales de agosto, «y este año ha sido más o menos similar», aunque recuerda que en la temporada pasada no se dejó de vender en todo el verano, una época en la que este año sí se ha parado mucho, y no ha sido hasta finales de agosto cuando los clientes comenzaron a realizar un poco de acopio, continuando con ventas normales hasta el presente mes de noviembre.

En estos últimos años, en los que el mayor frío ha llegado en enero, es el momento en el que más se nota el aumento de las ventas, «obviamente es más alto que en otros meses del año, pero estamos teniendo una campaña muy normal. Cuando hace frío se vende más, y cuando no, un poquito menos», detalla. En cualquier caso, desde Naturpellet se fabrican 60.000 toneladas de pellets y se venden en su totalidad a lo largo de todo el año, aunque lo habitual es almacenar en verano y en invierno realizar el grueso de las ventas.

Respecto al precio, Tapia apunta a una reducción respecto al año pasado, «porque hay más oferta, mientras que la demanda se mantiene igual o incluso algo superior, porque hay más gente que tiene instalaciones de pellets». Señala que al haber más oferta, el precio ha bajado, pero a ello también ha contribuido que el pellet es uno de los materiales que cuenta con IVA reducido en estos momentos «y también eso se nota mucho a la hora de poner precio».