La CHD legaliza la concesión de agua a Quinta Real, que revaloriza sus activos

El diputado provincial de Hacienda y Deporte, Óscar Moral, admite los problemas que ha habido hasta ahora y los reveses en los tribunales. Pero para la antigua Segovia 21 (hoy Quinta Real) se abre una nueva etapa con la llave del visto bueno de la CHD. Subraya que la sociedad, junto con la propia Confederación Hidrográfica del Duero y los Consistorios de la capital de Palazuelos, «hemos tratado de agilizar los pasos» para la creación de la comunidad que permite la gestión de los recursos hídricos.

Óscar Moral destaca que la legalización «supone un gran revulsivo para el sector de Quinta Real». También para otras zonas enclavadas en el cordón de la CL-601, como son los núcleos del Carrascalejo o de Parque Robledo, apostilla el alcalde palazolense, Jesús Nieto, que coincide con el diputado provincial en augurar el paulatino desarrollo de este entorno.

¿Pero qué trae consigo en concreto la regularización de la CHD?

«Para empezar, se pueden volver a dar licencias de primer uso a las viviendas» construidas en los terrenos de Quitapesares y que fueron promovidas a principios de la pasada década por la Diputación como socio mayoritario de entonces Segovia 21, cita Óscar Moral. En el caso del futuro a medio plazo de Palazuelos de Eresma, también acarrea la posibilidad de relanzar proyectos urbanísticos por parte de su Consistorio. El diputado provincial de Hacienda amplía el radio de acción de la repercusión de la legalización de la concesión del agua y vaticina «un mayor movimiento de la construcción, tanto en Quinta Real como en el resto de parcelas». Asimismo, y de forma subsidiaria, «se van a poder retomar las obras para finalizar el Palacio de Congresos y Exposiciones de La Faisanera».

Si se suman todos estos alicientes, el diputado tiene claro que se produce «una revalorización del sector, algo indispensable para la viabilidad de la sociedad». «Los activos vuelven a tener el valor efectivo de mercado, acorde con la situación que atraviesa el sector, que no es la misma que había en 2005», antes del estallido de la burbujainmobiliaria. La pandemia y la doble crisis desencadenada –la sanitaria y al económica– complican las operaciones que inyecten rentabilidad en Quinta Real. Así lo admite el también alcalde de San Cristóbal de Segovia.

Y es que hace un año se vendieron pisos de la urbanización de Quitapesares muy por debajo del precio dictado por el mercado y de los desembolsos que se pedían a los potenciales residentes cuando se pusieron a la venta hace diez años, con rebajas del 40% incluso para 'colocar' las viviendas. Moral calcula que «hay ocho o diez» de las cuarenta edificadas que aún buscan propietario; pero a los nuevos compradores ya no se les aplicará el citado 'descuento' por carecer de licencia de primer uso.

Ahora, con la concesión de agua regularizada, el valor se ha recuperado hasta los niveles de tasación de 2018. «No se va a llegar a lo que se pedía en los años 2006 o 2007 porque el precio de la vivienda no ha vuelto a alcanzar aquellas cifras», añade el diputado provincial.

Cabe recordar que a finales de 2012, cuando los nuevos gestores que entraron en la administración de la entonces Segovia 21 para dinamizar los activos y agilizar la escrituración y venta de inmuebles en la urbanización, los precios de las viviendas de Quitapesares oscilaban entre 180.000 y 550.000 euros. Durante el último año y medio aproximadamente –y hasta ahora– Quinta Real ha puesto en el escaparate sus pisos con una horquilla que va desde los 108.000 euros de los hogares de un dormitorio hasta los 322.000 por un ático de cuatro habitaciones.

La sociedad no va a ejercer de promotora inmobiliaria ni de suelo, como ocurriera en el origen del macroproyecto capitaneado por la Corporación provincial. Moral revela que la intención es vender las parcelas que están libres a compañías que a su vez desarrollen actividad. En este sentido, indica que hay empresas que se han interesado en adquirir total o parcialmente terrenos para construir viviendas.

Quinta Real necesita liquidez. Su objetivo, una vez solventado el escollo del agua, está fijo en enjugar «rápido y a la mayor brevedad posible» el capítulo del endeudamiento contraído. Óscar Moral, quien ocupa el cargo de consejero delegado en la sociedad, especifica que el concurso de acreedores que tuteló hasta 2019 la gestión de la sociedad participada en un 96% por la Diputación estableció una deuda de 9 millones de euros con Bankia «que hay que devolver». El plazo expira en 2027. En ese primer ejercicio sin la intervención judicial, el déficit de explotación se redujo de 545.000 euros en 2018 a 161.000 doce meses después.

El diputado provincial cifra en 23,3 millones de euros el valor contable de las parcelas y viviendas que posee la sociedad, una cuantía que fluctúa al dictado de los vaivenes del mercado.

En cuanto a otros activos, la regularización otorgada por la CHD también va a permitir reactivar las obras del Palacio de Congresos y Exposiciones de La Faisanera. Moral explica que faltan más de tres millones de euros para costear la finalización de la construcción; sin embargo, considera «fundamental» tener el complejo listo y preparado para cuando amaine la pandemia y regrese el turismo de congresos. «Tenemos que estar en primera línea de salida», incide. Ahora se trata de agilizar trámites y, de momento, ya se ha movido ficha para que el Ayuntamiento de Palazuelos permita cuanto antes la continuidad de los trabajos.