Un lavado de cara para la Muralla

Sus piedras se alzan a lo largo y ancho del casco histórico de la ciudad y esconden en sus entrañas algunos de los hitos más relevantes de la historia de Segovia. Se trata de la Muralla. Esa gran desconocida que el Ayuntamiento de la ciudad trata de poner en valor con cada intervención para que vuelva a cautivar a segovianos y turistas.

Este año se hará realidad una importante actuación gracias a la subvención del 1,5% Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para la conservación del patrimonio arquitectónico. Segovia presentó en la convocatoria de 2018 la restauración de 300 metros de la Muralla en la zona norte, entre el hospital de la Misericordia y la Puerta de San Cebrián. Aunque la ayuda se resolvió favorablemente, la partida no llegó hasta finales de 2020 y en estos momentos está en fase de tramitación administrativa. Una vez que concluya se iniciarán las obras, cuyo periodo de ejecución es de 10 meses. En total el Ministerio aporta 1.098.000 euros de los cerca de 1,4 millones que costará su ejecución.

La concejala de Urbanismo, Clara Martín, detalla que las obras consistirán en reconstrucciones volumétricas y de taludes, limpieza y consolidación de los paños de la Muralla que presentan un avanzado deterioro y la reposición de las piezas de mampostería desprendidas. Además, se consolidará la estructura, sellando grietas e inyectando mortero en las zonas que lo requieran. Por último, se procederá a limpiar la vegetación. Además, Martín recuerda que tras esta actuación la Concejalía recuperará el adarve para que el paso sea de uso público gracias al convenio firmado con la propiedad del hospital de la Misericordia. También se abrirá al público la puerta de San Cebrián y con ella a toda la zona norte del adarve.

Todos los años se destina una partida de unos 10.000 euros para las labores habituales de conservación, limpieza y mantenimiento del monumento, además de estas intervenciones puntuales. Por ejemplo, en 2020 se abordó el tramo situado en el mirador del Postigo del Consuelo, junto al Acueducto, lo que conllevó un presupuesto cercano a los 17.000 euros, aunque tuvo que ampliarse tras detectar una grieta de cerca de 20 centímetros entre el adarve y el peto principal.

Siguiendo el recorrido del monumento hacia el norte, en la Cuesta de San Juan, cuando se hicieron las obras de la calle se realizó la excavación arqueológica y se documentaron los restos de un cubo de la muralla que no estaba registrado. En el Paseo de Santo Domingo de Guzmán el PEAHIS (Plan Especial de Áreas Históricas de Segovia) contempla la expropiación de varios edificios para crear un espacio ajardinado. «Este año no está previsto en el presupuesto municipal, pero hay que intervenir en un tramo de la Muralla situado entre la Casa de los Marqueses de Lozoya y los jardines de la iglesia de San Juan de los Caballeros. No obstante, es mejor hacerlo cuando los terrenos inferiores sean propiedad municipal, por el momento queremos avanzar en la redacción del proyecto», destaca Martín.

Desde este punto hasta la puerta de San Cebrián se han realizado actuaciones constantes los últimos años. La finalidad en esta zona era «recuperar y mejorar el lienzo norte, incluyendo los jardines de Miguel Delibes con una visita de la Muralla que ofrece las vistas de la alameda del Parral», señala. Pasado el hospital de la Misericordia, al oeste, se puede observar un edificio en ruinas. Se trata del antiguo Hospital de Convalecientes. Clara Martín, explica que el Consistorio ha acordado con la propiedad la recuperación de la parte superior de la muralla cuando realicen la restauración del edificio.

El tramo que va desde el hospital Recoletas hasta la puerta de Santiago, que es donde se encuentra la Colección de Títeres Francisco Peralta, es más crítico en cuanto a estado de conservación. De hecho, hay zonas donde la roca presenta fallas y grietas, lo que hace que en algunos puntos la Muralla esté prácticamente desaparecida. En los últimos años se ha producido algún derrumbe y la estructura está bastante deteriorada, pero de momento permanece estable y no hay riesgo para los ciudadanos, apostilla. La inestabilidad del terreno y las características geológicas complican la intervención en este tramo. Eso sí, Martín avanza que es una de las obras más urgentes y se realizará en cuanto se logre capacidad presupuestaria porque el coste también superará el millón de euros. Asimismo, indica que no se ha podido incluir todo este tramo en la fase que se va intervenir este año por la escasa estabilidad del terreno. «Orográficamente actuar en todo el tramo de la Muralla que se encuentra entre la puerta de Santiago y la de San Cebrián seria inabarcable. Lo hemos dividido por motivos de seguridad», recalca.

Desde este espacio hasta el Alcázar se ha ido restaurando en sucesivas intervenciones y en la zona del Jardín de los Poetas, otra de las más inestables por las fallas existentes en el terreno, se produjo el desplome de un cubo a finales de los 90. En 2020 se evaluó de nuevo la zona para comprobar que la falla no estaba ocasionando problemas. La última intervención en este tramo se llevó a cabo en 2016 con la instalación de la escalera metálica en la Cueva de la Zorra y la recuperación de la cimentación de la Muralla. Estos peldaños conectan con el paseo que se habilitó en 2013 y que recorre toda la zona norte de la Muralla hasta la puerta de Santiago.

En el entramado sur de la Muralla también hay zonas en diferente estado de conservación. Desde los jardines del Alcázar hasta la puerta de San Andrés el monumento está restaurado. No obstante, en la zona del Museo de Segovia «habría que revisar el lienzo», según Martín, quien expone que el Consistorio ha trasladado esta necesidad tanto al Gobierno, titular del Museo, como a la Junta de Castilla y León, gestora del mismo.

Hasta la puerta de San Andrés, donde se encuentra el Punto de Información Turística, la Muralla se restauró gracias a las subvenciones del Ministerio de Cultura y Deporte. En esta actuación se recuperó la cimentación y se reconstruyó en altura, reproduciendo el sistema constructivo original, relata.

Siguiendo el recorrido por la calle Leopoldo Moreno la estructura también se encuentra restaurada hasta el Paseo del Salón donde se intervino en uno de los cubos en mal estado en 2018. Del mismo modo, se han ido reparando los lienzos hasta el palacio que alberga el Servicio Territorial de Fomento. Entre dicho palacio y las propiedades privadas de la zona hay un tramo pendiente de acometer, pero como ocurre con el resto de tramos que no están en espacio público «su actuación es más compleja y, de momento, está proceso de estudio», matiza Martín.

La puerta de San Martín es una de las dos que se encuentran desaparecidas, pero con la restauración del Cervantes está previsto que se recupere el lienzo de la Muralla que servía de apoyo al teatro. «De este modo quedará visible este fragmento recuperado en el interior», informa.

Para la parte de monumento ubicada en los jardines del Seminario hay un convenio con el Obispado a través del cual se pretende recuperar el adarve. Para ello, se abrirá una pequeña puerta en el muro de la tapia del Seminario, que ya existió en su momento en la calle Obispo Gandásegui, en la zona interior del Postigo del Consuelo. También se instalarán unas escaleras para que sea visitable todo el adarve sur. «Esta obra no requiere una gran inversión por lo que se intentará realizar este año con una modificación de presupuesto o como tarde en 2022».

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