Segovia

El lavado de cara de la calle Blanca de Silos costará 680.000 euros

La calle Blanca de Silos, conocida hasta hace unos años como calle Alférez Provisional, era una de las principales arterias comerciales de la ciudad. Sorprende que a día de hoy, a tan solo cinco minutos del Acueducto, tenga que lanzar un 'SOS' para su supervivencia. La propuesta de Podemos para dinamizar este eje tradicional, anunciada hace un año, preludió un sinfín de demandas vecinales que solicitaban agilizar este proceso.

Este deseo empezó a gestarse en septiembre y, actualmente, «sigue su curso», asegura la presidenta de la Asociación de Vecinos de Santa Eulalia y de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Segovia (Fedasve), Esther Santos. Precisamente, el concejal de Obras e Infraestructuras, Miguel Merino, confirma que la redacción del proyecto de reurbanización, cuyo coste se eleva a los 12.000 euros, ya ha finalizado. Este será compartido en los próximos meses con los residentes, comerciantes y expertos en aras de recibir aportaciones.

El hundimiento de los adoquines, aceras estrechas y en mal estado, pasos de peatones descoloridos y los escasos aparcamientos en zona ORA son algunos de los motivos que los vecinos atribuyen a la pérdida de transeúntes. Esto supone, a su vez, el éxodo de negocios a otras localizaciones de la ciudad.

Es el caso del comercio más longevo de la zona, la tienda de discos y vinilos Totem Vértigo, que recientemente se ha trasladado. Su sucesor en el puesto de antigüedad, el zapatero José Luis Vibot, en unos días echará el cierre por jubilación al no haber encontrado una alternativa para el traspaso.

El documento elaborado por el Consistorio recoge actuaciones específicas de reforma integral del entorno dirigidas a resolver estos problemas. El presupuesto inicial para la ejecución de las obras se eleva a 680.000 euros y contempla acometer mejoras en un tramo de aproximadamente 200 metros, comprendido entre la plaza de la Universidad hasta la calle de Buitrago. Consistirá en la renovación de redes de abastecimiento, saneamiento, electricidad, gas, telefonía y otros servicios, además del acondicionamiento de las aceras y la sustitución del adoquinado por asfalto.

«Es una calle con determinada sensibilidad en muchos aspectos y necesita una apuesta», subraya Merino. Su reurbanización es «uno de los proyectos que tenemos en cartera para poder encajar», indica, aunque previamente se realizarán averiguaciones sobre estos pasos a seguir entre la población. Los técnicos han presentado su propuesta. No obstante, el edil requiere esencialmente el punto de vista de los comerciantes. «Tienen una serie de inquietudes a partir de las que tenemos que reflexionar», puntualiza.

Si bien es cierto que el proyecto está redactado, no está aprobado. Un ingeniero municipal debe fiscalizarlo y hacer constar que «todo está bien, incluso presupuestariamente», detalla Merino. Tras esto, se trasladará a la junta de gobierno local, aunque todavía no se prevé ningún plazo.

La presidenta de Fedasve urge la agilización del proceso. De hecho, traslada que desde la asociación han diseñado una propuesta que concentra diversas peticiones. Aunque no quiere adelantar los detalles, Santos reconoce que «quedará una zona más vistosa y, sobre todo, más accesible».

Las obras en la calle Blanca de Silos entrañan diversos retos, como es el paso subterráneo del río Clamores. También se busca la compatibilidad con el carril bici recientemente implantado. «Es posible; con la reforma se va a dar mucha más seguridad y menos sensación de agobio tanto para los ciclistas como para peatones», determina la portavoz de los vecinos. Se refiere a uno de los puntos más conflictivos en la entrada a este tramo desde el campus María Zambrano, donde el itinerario ciclista, que transita en dirección contraria al sentido de la vía, tiene que rodear los coches aparcados en batería.

Además, aunque estas actuaciones generen molestias, la mayoría de los vecinos reciben los avances de la propuesta «muy contentos» al sentir que «se tienen en cuenta sus reivindicaciones», declara Santos. Una de ellas, la de la reforma de la calle Caño Grande, ya se ha cumplido. «Todo marcha según el ritmo previsto y sin complicaciones», se enorgullece.

Esta cuestión se quiere trasladar a la calle Blanca de Silos. «Es una lástima que esta zona de gran importancia comercial se haya degradado de esta manera», lamenta Santos. A su juicio, es necesario dinamizarla por medio de la movilidad. Sobre todo pone la vista en las personas más mayores, ya que Santa Eulalia tiene una población «muy envejecida» que cada día transita por sus aceras para acudir a la iglesia que da nombre al barrio, concluye.