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La Guardia Civil investiga la incursión de unos delincuentes en la zona de Valle de Tabladillo, Carrascal del Río y Cobos de Fuentidueña. Los hechos tuvieron lugar en la noche del jueves y madrugada del viernes, según apunta la alcaldesa de la primera de las ... poblaciones, Vanesa Lobo. La regidora precisa que estaba fuera del municipio cuando se han producido los hechos y que han sido vecinos lo que le han alertado de lo sucedido.
La Subdelegación del Gobierno en Segovia confirma que los ladrones no se han hecho con grandes y cuantiosos botines, ya que no llegaron a sustraer efecto alguno en algunas de las naves y cocheras en las que entraron para probar suerte, por lo que la fechoría se quedó en un mero intento. Fuentes oficiales entienden la intranquilidad que puede sembrar este tipo de casos en localidades pequeñas, envejecidas y dispersas, y sobre todo comprende y asume la inquietud de los damnificados que han visto cómo los cacos les forzaron la entrada a sus propiedades, con los consiguientes daños materiales originados.
Los testimonios recabados por la alcaldesa de Valle de Tabladillo hablan de unas seis tentativas, alguna de ellas consumado, como el que se ha localizado en las instalaciones de una empresa cárnica, de donde los delincuentes sustrajeron varias paletillas, apunta la alcaldesa de Carrascal del Río. Se da la circunstancia de que sus titulares ya sufrieron a los amigos de lo ajeno en la nave que poseen en Navalilla hace un par de meses, informa la alcaldesa de Carrascal del Río, María del Henar de Pablo.
En su 'visita' Valle de Tabladillo, los malhechores robaron un coche aparcado en la plaza de la localidad y se desplazaron a la vecina población de Carrascal del Río, a unos siete kilómetros. Allí también abandonaron el vehículo sustraído y su huella (eso esperan los investigadores) en forma de otro robo. Esta vez el objetivo fue el bar de la plaza del municipio.
La alcaldesa de Carrascal del Río comenta que no tuvieron que entrar a la fuerza. Retiraron la verja de la ventana y por ella sacaron la máquina de tabaco y algunos otros artículos que encontraron a su paso, como botellas de alcohol.
Los ladrones querían más. «Quizás no encontraron lo que iban buscando», deduce De Pablo. Lo cierto es que abrieron otro coche, quitaron cuidadosamente la malla terrera e hicieron espacio en el vehículo trasladar el botín. Esa misma madrugada del jueves al viernes pasados, los cacos hicieron escala en su ruta delictiva en Cobos de Fuentidueña. Sin embargo, cuando estaban asaltando una nave salieron huyendo. Algunos comentarios que le han llegado a la alcaldesa de Carrascal de Río señalan que sonó una radio que está conectada a una maquinaria agrícola y que salieron poniendo pies el polvorosa antes de que fueran descubiertos. El coche que habían robado en Carrascal lo dejaron abandonado en un camino rural en las inmediaciones de Cobos.
María del Henar de Pablo afirma que los malhechores tuvieron una noche ajetreada porque «lo que hicieron es de estar toda la noche 'trabajando'». Resignada, la alcaldesa de Carrascal del Río solo se felicita de que «por suerte entran cuando no hay gente». Es consciente de que para la Guardia Civil es muy complicado controlar un vasto territorio despoblado con pueblos pequeños muy aislados y dispersos. Ella tiene una tienda en la localidad y «hace dos años me tocó a mí». Le queda el «consuelo» de que los hurtos no van aparejados al empleo de la fuerza.
El nordeste segoviano, por esas parcas características demográficas que dibuja la despoblación del medio rural, es uno de los objetivos de los cacos que deciden actuar en Segovia. No es la primera vez que irrumpen en una sola noche en varios pueblos. A finales del año pasado, los ladrones ya hicieron otra ruta por algunos municipios de la zona. En Cedillo de la Torre actuaron en un bar donde también causaron daños materiales. Moral de Hornuez, Barbolla o Boceguillas no se libraron de esa incursión.
Incluso una villa más grande y poblada, como Sepúlveda, sufrió su visita. Los malhechores se hicieron con el coche de una vecina y lo abandonaron poco después al haberse despeñado. Unos meses antes, en octubre del año pasado, la Guardia Civil se puso con éxito manos a la obra para investigar otra oleada de robos repartidos entre la el propio municipio sepulvedano y Pedraza. En esa ocasión se vieron damnificados al menos nueve establecimientos en tan solo seis días.
De todos modos, las autoridades advierten siempre de que delincuentes no lo van a tener fácil. Un aviso: En noviembre agentes de la segunda Compañía de la Guardia Civil de Sepúlveda detuvieron a dos jóvenes de 18 y 21 años cuando transitaban por la SGV-6112 cerca de Navafría, por su presunta participación en varios robos con fuerza en empresas y establecimientos hosteleros de la provincia. El dispositivo de vigilancia, compuesto por personal uniformado y de paisano, dio sus frutos con los dos arrestos.
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