La juventud briquera también participa en la pasión por las motos

Entre los pinos de El Hoyal no solo se forjan amistades entre los motoristas llegados a Cantalejo desde distintos puntos de la geografía española (o del resto del mundo). El espíritu motero también llega hasta los propios vecinos del municipio briquero, que no dudan en aprovechar la intensa actividad que durante el fin de semana hay en la localidad para convertirse en unos participantes más de la fiesta, aunque no tengan moto. Es el caso de tres jóvenes de la zona que compartieron charla, comida y bebida con Alberto Aguilera y Rafael Santángel, dos toledanos que año tras año deciden coger sus motos, atravesar la sierra de Guadarrama y acampar en El Hoyal. «Somos habituales de la concentración. Es la tercera vez que venimos», afirman tras instalar su tienda de campaña.

«El espíritu de Pingüinos» es lo que afirman les trae cada enero a Cantalejo, así como la fidelidad a Mariano Parellada, organizador de la concentración. Y es que aseguran que en Cantalejo es donde mejor se disfruta de las hogueras, la buena compañía y la pasión por las motos. Los jóvenes de Cantalejo, por su parte, lamentan que actividades como la concentración motera tan solo se celebre una vez al año.