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Segovia
Miércoles, 6 de marzo 2019, 11:23
El documento del siglo XIV es propiedad del Ayuntamiento de Turégano. Ha sido restaurado por la Junta de Castilla y León en el centro de Conservación de Simancas y el delegado territorial, Javier López-Escobar, se lo entregó al alcalde tureganense, Juan Montes, este ... lunes. El Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Junta de Castilla y León en Simancas ha intervenido en el privilegio para recuperarlo y dar estabilidad a los materiales originales, manteniendo y respetando las secuelas del tiempo.
Los trabajos de restauración de este pergamino del siglo XIV han supuesto una inversión de la Junta de Castilla y León de 5.464 euros, dentro de las actuaciones que desarrolla el Centro de Restauración de Simancas en el marco del Plan PAHIS 2020 para la conservación y restauración de documentos y colecciones de manuscritos medievales. En este caso, se trata del único ejemplar que conserva la villa de Turégano de esta época.
El privilegio, fechado en 1361, concede a los municipios de Turégano, Riaza, Sotosalbos, Mojados, Aguilafuente y Fuentepelayo –villas pertenecientes al Señorío del Obispado y Cabildo de la Catedral de Segovia– 90 ballesteros, «nombrados por el Rey y que gocen del equipo necesario para poder acudir al servicio de armas cuando se les convoque». Además, también concede a estos ballesteros la exención de impuestos ordinarios, así como de los aprobados por sus concejos y señores debiendo pagar solamente aquellos que fueran aprobados por acuerdos de Cortes, y les promete el pago mensual de 15.000 maravedíes a cada uno si son movilizados.
Se trata de un documento de pleno derecho, manuscrito con letra minúscula diplomática sobre pergamino y que está redactado conforme a la retórica cancilleresca de la época, con los elementos propios de los documentos más solemnes del periodo medieval, como son el crismón en el encabezamiento y el círculo con el sello real; aunque carece de la policromía que caracteriza a estos escritos; tampoco conserva el sello pendiente de validación.
La pieza mostraba el envejecimiento: cambios de tonalidad, tanto en el pergamino como en las tintas, estas con problemas químicos por sus propios componentes, y debido a las manipulaciones en el pasado y por las condiciones de ubicación, también contenía marcas muy pronunciadas de dobleces y pliegues.
El pergamino ha sido estabuilizado, estudiado y catalogado.
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