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Las decisiones nunca son fáciles de tomar pero en ocasiones si uno lo hace con determinación puede solventar las dudas previas. Así es la vida de Diego Fernández, este futbolista segoviano que estudiaba Economía en la Universidad Carlos III de Madrid decidió dar el salto ... profesional y deportivo en Estados Unidos. El joven canterano de la Gimnástica debutó con el primer equipo el 22 de noviembre de 2020, y tras un gran año con el Juvenil consiguió hacerse ver en el fútbol madrileño. Después de disputar dos temporadas en el juvenil del Getafe y subir al filial del equipo azulón, la trayectoria de Diego en el fútbol tomó un camino diferente.
La oportunidad laboral de hacerse un hueco en EE UU hizo que el joven tuviera que dejar España y poner rumbo a Norteamérica. «Mi objetivo siempre ha sido compaginar el fútbol con los estudios», explica. Los planes de Diego eran distinguirse y poder tener dominio de idiomas. Junto a ello quiso seguir jugando al fútbol en el equipo universitario Mars Hill College de Carolina del Norte. «En España llega un momento que tienes que decidir y aquí de momento estoy contento con el fútbol, pero a la vez centrándome en mi futuro laboral», declara el segoviano.
A pesar de la idea común que se tiene sobre el fútbol en Estados Unidos, el deporte que se juega en este país tiene muchas diferencias con el que se conoce en Europa. «Es una situación muy diferente», incide Diego sobre los entrenamientos y preparación física de los partidos. «Aquí me he sentido futbolista, entrenamos todos los días, incluso con doble sesión en el gimnasio». A diferencia de la preparación que se ejecuta en los equipos juveniles, Diego pone la clave en el tipo de preparación física y los horarios en los que se lleva a cabo. «En Madrid entrenábamos de 9 a 11 de la noche y la preparación de los encuentros era diferente», hace hincapié.
En su nueva vida como futbolista, Diego disputa entrenamientos todos los días de la semana, y a pesar de la gran cantidad de trabajo, el segoviano ha observado un cambio significativo en el cuidado de los detalles. «Tenemos un gran equipo entre los fisioterapeutas y cuerpo técnico», afirma. En este sentido, confiesa estar disfrutando del fútbol al cien por cien.
El joven segoviano ha conseguido sentirse futbolista en un país diferente y con una gran acogida entre los aficionados. «Aquí hemos conseguido meter más 3.000 espectadores», describe Diego. Entre los seguidores del equipo se ha desarrollado un fenómeno denominado 'Tailgate'. Es una especia de previa entre las familias y amigos de la ciudad donde la comida, la música y el buen ambiente acompañan la tarde del partido.
Fuera de los prejuicios que se puedan establecer sobre la manera que se tiene de jugar al fútbol en EE UU, el tipo de planteamientos en esta disciplina son cada vez más físicos. «Uno puede pensar que es un deporte donde se juega poco, pero la verdad es que hay un nivel muy bueno», aclara. Diego ha tenido la suerte de competir con españoles que han pertenecido a los filiales del Valencia, Celta de Vigo, Atlético de Madrid además de otros jugadores extranjeros que también destacan por su calidad en el terreno de juego. «Una de las características que me ha llamado la atención es lo rápido que mueven el balón».
Todo ello viene determinado por la preparación física. En este aspecto, se trata de conseguir diferenciarse en la gestión de las capacidades atléticas de los deportistas. «Aquí las pretemporadas son bastante duras», asegura el segoviano. Una de las diferencias que Diego observa en su liga es la corta duración de las temporadas, «aquí te hacen jugar un partido cada tres o cuatro días», sostiene. Todo ello hace que se tenga un cuidado físico y mental mayor.
Diego debutó hace más de tres años con la Gimnástica Segoviana cuando el equipo militaba en Tercera RFEF. Tras su gran éxito como juvenil salió fuera de Segovia con el objetivo de desarrollarse como futbolista pero también labrarse un futuro en el mundo de las finanzas. A pesar de ello, Diego no ha dejado de lado el deporte de la capital y observa con alegría los éxitos del que fuera su club. «El título de liga y el ascenso es el camino final de años de trabajo, de hacer las cosas bien», detalla Diego.
Aunque prefiere vivir el presente en EE UU, Diego no cierra la puerta a volver a vestir la camiseta de la Gimnástica Segoviana en un futuro si los caminos se vuelven a cruzar. «Aquí no se viene a retirar, yo me siento al cien por cien para competir», asegura.
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