Braga detiene el balón sobre la línea de gol en una ocasión de la Gimnástica Segoviana. Juan Martín / Gimnástica Segoviana
La Crónica

Un jugador menos y una derrota más

La doble amarilla a Silva desequilibra un partido que la Segoviana fue cediendo con el paso de los minutos

Sábado, 23 de noviembre 2024, 21:31

Zubieta fue demasiado para una Gimnástica Segoviana que pagó jugar una hora con diez ante el tercero de la tabla, uno de los mejores filiales de España. El reto de la Real Sociedad B ya era de enjundia en igualdad numérica y terminó siendo imposible ... cuando Silva vio la roja por dos amarillas poco apelables por separado. Es la quinta derrota, todas a domicilio, y suma dos puntos en sus últimos siete desplazamientos, su gran lastre.

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Real Sociedad B

Fraga, Rupérez, Peru Rodríguez, Iker Ropero, Unax Agote, Lebarbier, Álex Goti, Mikel Rodríguez, Ochieng, Mariezkurrena y Orobenga.

4

-

1

Segoviana

Oliva, Silva, Abel Pascual, De la Mata, Rubén, Manu, Fer Llorente, Astray, Javi Borrego, Davo y Diego Gómez.

  • Cambios Real Sociedad B: Manex Gibelalde por Mikel R. (m.65), Dani Díaz por Álex Lebarbier (m. 65), Álex Marchal por Ochieng (min. 73), Eder García por Mariezkurrena (m. 73) y Luken Beitia por Iker Rupérez (m. 79).

  • Cambios Segoviana: Berlanga por Borrego (m. 46), Hugo Díaz por Diego Gómez (m. 60), Tellechea por Astray (m. 70) y Fernán por Manu (m. 70).

  • Goles: 1-0 Mikel Rodríguez (min 15), 1-1 Rubén Yubero (min 21), 2-1 Mariezkurrena (min 67), 3-1 Rupérez (min 70) y 4-1 Goti, de penalti (min 78).

  • Árbitro: Imanol Irurutzun (Navarra). Amonestó con amarilla a Fernán y Llorente por la Segoviana y expulsó a Juan Silva por doble amarilla en el minuto 28.

  • Otros datos: Partido disputado en Zubieta.

La fiesta de fútbol estaba servida: un campo de ensueño, en cuanto a dimensiones y estado del césped. Pero hubo dos elementos que la estropearon. El primero estaba en el parte meteorológico y confirmó su invitación: el viento, esos banderines de córner apunto de volar. El segundo, la lesión tras una torcedura en el tobillo izquierdo de Sergi Molina que obligó al técnico azulgrana, Ramsés Gil, a usar a Juan de la Mata como solución de emergencia en el central, privándole del centro del campo, con Manu, Llorente y Astray. La novedad fue contar por primera vez de inicio con Gómez y Davo.

El consejo médico requería jugar por raso para evitar problemas y crear problemas con la ruleta aérea en área rival. Así apagó Abel Pascual el primer aviso despejando un envío envenenado. El peligro de la Real en tres cuartos de campo era evidente, bastaba una chispa para romper la baraja. Como el acelerón de Job Ochieng, que desbordó a Silva y obligó al lateral a derribarle en la misma línea del área grande. La alternativa era marcharse solo por línea de fondo. La idea era evitar males mayores, pero solo pudo retrasarlos. Era una falta escorada en la que Mikel Rodríguez ganó se apoyó en Agote, que le devolvió el balón mientras la barrera saltaba. En esas, sorprendió con un tiro directo al palo largo que ganó por altura a Oliva y entró colocado a la escuadra.

La Segoviana entendió la fórmula del gol y trató de aplicarla. Cualquier falta en campo rival era excusa suficiente para probar suerte en el área, como hizo Fer Llorente con un envío desde el semicírculo central. La siguiente la puso Pedro Astray desde la derecha, un centro pasado que el portero desvió a córner; con el viento, poca broma. Como ocurriera con el gol blanquiazul, el despeje solo aplazó los problemas. El córner desembocó en un balón muerto en el área chica que De la Mata convirtió en asistencia con un pase raso hacia atrás para Chupo, siempre bien colocado cuando toca otear un rechace. Lo cazó con la zurda y lo convirtió en un tiro raso inapelable pegado al palo.

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Fueron minutos esperanzadores para la Sego porque el filial sí acusó el tanto. Así le llegó un balón en profundidad a Davo, que leyó el bote y disparó de primeras, pero no sorprendió a Aitor Fraga. Ese partido abierto se complicó en un suspiro, un balón dividido al que Silva entró descontrolado, un ímpetu poco aconsejable con una amarilla a cuestas. El colegiado no dudó, le sacó la segunda y el lateral se marchaba al vestuario con cara de incredulidad tras apenas 28 minutos. De nuevo, la Sego reaccionó, como un animal herido, y pudo adelantarse con un tiro a la media vuelta de Manu. La cosa desembocó en un córner peinado con Gómez al primer palo, una prolongación envenenada que la defensa sacó bajo palos cuando llegaba Astray a embocar.

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Partido entre la Real Sociedad B y la Gimnástica Segoviana. Juan Martín / Gimnástica Segoviana

La desigualdad numérica se tradujo necesariamente en problemas. Ekain no tardó en encontrarse un mano a mano con Oliva, que aguantó en el sitio, aprovechó sus dudas y la sacó con el pie de apoyo. La Sego aún trató de desahogarse con alguna contra, pero siguieron llegaron los problemas antes del descanso, desde un disparo desviado de Iñaki Rupérez desde la frontal a un mal control de Ochieng cuando entraba a bocajarro. Un contexto que no cambió con el regreso de vestuarios, con un córner pasado que casi llega a embocar Mariezkurrena tras dos despejes fallidos de la defensa azulgrana.

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No era un asedio, pero el juego ya solo tenía una dirección. Ramsés movió el banquillo retirando a Diego Gómez por Hugo Díaz, un cambio que no alteró un dibujo. Seguían llegando los problemas para Oliva, que sacaba en un suspiro un córner bajo palos –la Real B insistía sistemáticamente en envíos cerrados– y salía con el puño a desviar la segunda jugada. El viento seguía complicando las cosas y desviaba un centro frontal que Oliva corrigió a tiempo. El gol era cuestión de tiempo y terminó llegando de una forma accidentada, con un envío desde línea de fondo rebotado que Ekain cabeceó muy atento al primer palo para superar la salida de Oliva. Llegó al rescate bajo palos Astray, pero su despeje golpeó en Mariezkurrena, que firmó su gol más accidental.

Esta vez el gol sí fue letal para la Segoviana, que no tuvo tiempo para dirigirlo. Rupérez probó suerte con un tiro fuerte desde el balcón del área que despistó a Oliva, incapaz de leerlo entre el bote y el viento. Así que vio cabizbajo cómo se colaba entre sus piernas y confirmaba su primera derrota liguera tras cinco partidos en Segunda RFEF y dos en Primera RFEF. No hubo respuestas mágicas desde el banquillo, ni con Tellechea ni con Fernán. Y terminó llegando el cuarto en un corte de Fer Llorente, un penalti con el que el segoviano no estuvo de acuerdo pero que Goti convirtió con un tiro inapelable pese a que Oliva acertó la dirección. Los azulgranas intentaron recortar de la mano de Hugo Díaz o Tellechea, pero el orgullo no da puntos por sí solo. Y la Sego empieza a necesitarlos.

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