El juez requiere al dueño de la planta de compost de Fuentepelayo para que entre en prisión

El juzgado acordó la suspensión del cumplimiento de la prisión de un año, impuesta en la sentencia del 21 de enero de 2021, como autor de un delito contra el medio ambiente. La suspensión de la entrada en la cárcel había sido concedida a Juan Francisco Cárdaba, mediante auto del 21 de julio de 2021, advirtiéndole de que la concesión del beneficio estaba sujeta a la condición de que abonara las responsabilidades civiles establecidas en la sentencia de enero.

«El penado no ha llevado a cabo ninguna labor de las que se le impusieron en sentencia, por lo que se entiende que ha incumplido de modo grave la condición de suspensión de la pena de prisión impuesta», recuerda la plataforma. El 21 de abril de 2022, agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Seprona emitieron un informe que advertía de la no realización de los trabajos de limpieza de la sentencia aludida, «continuando las instalaciones en el estado en el que se encontraban antes de dicho fallo judicial» y ponía nuevamente de relieve la imposibilidad de contactar con el penado para la comprobación del estado de la instalación en su interior.

En el trámite de alegaciones concedido por el juzgado, Cárdaba dijo que no procedía la revocación de la suspensión, puesto que todas las tareas a ejecutar ya lo fueron en cumplimiento de los expedientes abiertos por la Junta de Castilla y León en fechas 29 de enero de 2016 y 2 de marzo de 2016. «Pero esas consideraciones no son válidas, pues la sentencia a cumplir fue dictada el 21 de enero de 2020, y en ella ya se hace alusión, en los hechos probados, a los referidos expedientes, aspecto confirmado por la misma Junta en oficio remitido el 1 de octubre de 2021», recuerda el portavoz de la plataforma No más Mierda, José Luis Ordóñez.

El Seprona señala, en un segundo informe, que se percibe «desde el exterior de la planta un olor desagradable característico de los residuos orgánicos mezclados que se encuentran almacenados, observando que en el interior aún quedan numerosos montones de esos residuos sin que se haya culminado el proceso de compostaje». Los agentes reflejan que han logrado entrar en el interior del recinto por un lugar en el que la valla está en mal estado, constatando que «los montones de residuos mezclados llevan bastante tiempo sin que se haya realizado ninguna actuación sobre ellos, con el fin de lograr el correcto compostaje, habiendo crecido la maleza por encima. También se aprecia que las balsas de recogida de lixiviados se encuentran con líquidos en distinto grado de colmatación, si bien en esos momentos no se encontraban rebosando». Continúa el informe diciendo que en la parcela contigua «se observaron además numerosos montones de residuos mezclados, depositados directamente sobre el suelo sin impermeabilizar, viendo que también en este caso, la maleza los ha empezado a cubrir».