Juan Montes: «Quien viene a nuestras fiestas sabe que son un no parar»

En Turégano no hay lugar para el aburrimiento. Suena a tópico, pero es que, después de un verano intenso y cultural, marcado por las muchas actividades desarrolladas por parte del Ayuntamiento, en las que el lleno ha estado prácticamente asegurado siempre, llegan las fiestas en honor al Dulce Nombre de María, en el que la tradición taurina volverá a tener una presencia importante, pero no solo, tal y como reconoce el alcalde, Juan Montes, que desgrana los pormenores de un programa continuista respecto a anteriores fiestas.

—¿Cómo se ha llevado a cabo la programación de estas fiestas?

—Hemos confeccionado un programa muy parecido al de otros años, con alguna pequeña modificación. Hemos cambiado la novillada y los encierros a caballo los hemos ubicado en el sábado y en el domingo; nos parecía más adecuado que se celebren el fin de semana. Además, los cuatro días tenemos encierros por las calles todos los días.

—La tradición taurina, no cabe duda, tiene mucho que ver con Turégano.

—Aquí siempre se han celebrado encierros. Siempre habían sido campestres, aunque hace algún tiempo se dejaron de hacer así y los hemos vuelto a recuperar hace unos años. Nuestra plaza de toros es muy emblemática, está en la plaza mayor del pueblo y es de madera, digna de ser visitada por todos, y no cabe duda de que su belleza y su tradición también influyen.

—¿Qué otros eventos destacaría dentro de estos festejos?

—Llevamos ya unos cuantos años apostando por contratar orquestas de mucho prestigio y parece que eso ha ayudado a que las veladas nocturnas atraigan a un mayor público. Son orquestas de calidad y que hacen las delicias de la gente y yo creo que lo nota la gente del pueblo y la gente que viene de fuera, que es numerosa estos días, ya que se lo pasan todos muy bien.

—Que todo el mundo tenga con qué sentirse identificado será importante, en definitiva, ¿no?

—La tradición es muy fuerte y hay mucho gusto por los toros, pero a quien no le gusten también se le tiene en cuenta. Las actividades son numerosas y se dan durante todo el día; desde mediodía hay charangas, hay actividades para los niños, con las peñas. En nuestras fiestas la gente no se aburre y el que viene sabe que es un no parar.

—¿Cómo ha sido el ambiente durante el verano? ¿Así, entretenido?

—Ha habido mucha gente, sobre todo este mes de agosto. Hemos hecho un verano cultural y en todas las actividades ha habido lleno, tanto en los días que más calor ha hecho como en los días pasados, en los que acompañó un poco menos el tiempo. En las casas rurales hemos visto que había bastante gente; hemos notado que muchos de esos visitantes no eran necesariamente hijos del pueblo y se ha visto más turismo interior.

—Unas elecciones más, ha vuelto a reeditar la confianza de sus vecinos en su proyecto. ¿Qué le dice esto?

—Que, aunque nunca llueva a gusto de todos, no lo estaremos haciendo tan mal [ríe]. Estoy contento porque significa eso, confianza y apoyo. Yo ya llevo 16 años y el desgaste podría entenderse, pero con ese apoyo, la ilusión es toda para seguir haciendo cosas por el bien de Turégano; es algo que tanto yo como mi equipo de trabajo agradecemos, porque la verdad es que siempre hemos tenido una oposición. Lo intentamos hacer bien y ser consecuentes con lo que proponemos para el pueblo y la verdad es que no paramos.

–¿Qué proyectos pretende abordar a lo largo de este mandato?

—Ahora en lo que estamos más enfocados es en la remodelación del Ayuntamiento, después de haber conseguido más de un millón de euros de fondos europeos para arreglarlo, y queremos seguir 'enredados' con el castillo y acometer más fases de reforma. El problema es el de siempre, la financiación, porque se necesita una inversión importante e ir nosotros solos es complicado para acometer todo, ya que no podemos descuidar las demás cosas. Junto a esto, seguiremos acometiendo y afrontando cosas del día a día, como terminar de cambiar la red de abastecimiento y seguir renovando calles.

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